Algunos tenemos un recuerdo ya un poco borrado de la MECyF. Tal vez lo que más recuerdo con claridad es al gordo con camiseta de Batman gris y símbolo negro y amarillo que estaba atrás de mí en la fila para entrar (¡hora y media, en el calor de la mañana de la capital!) y que se la pasó hablando de cuán emocionado estaba por venir desde Chihuahua a la convención. De los grandes que fueron no me acuerdo bien -estaba embobado recorriendo las exhibiciones como para hacer fila, aunque por ahi tengo mi comic autografiado por Jim Morrison, el de los Simpson, no el de los Doors-, pero era emocionante saber que el creador de Spawn, el dibujante de Superman o la gente detrás de X Men estaban ahí mismo. Sin hablar de la zona de mercancías, que tenía un stand GIGANTE de juegos de peleas, y que había realmente cosas para todos gustos.
Luego tengo recuerdos más recientes: La Mole, 2005. Fuimos porque unos amigos de Sinaloa nunca habían estado en una cuestión así, y pues… ni9 modo de no llevarlos. Pero para entonces, era obvio que el esplendor había pasado: el sempiterno Sr. Burns era la personalidad más reconocible en el lugar, y si algo era notable es que ya no había tantos Bobba Fetts, Tusken Raiders, Batmans o algo así. Abundaban los cosplayers de Naruto, de Rurouni Kenshin, de Naruto, de ¿Dragon Ball?, y de Naruto también. Tres de los cuatro pisos estaban dedicados a la merca, y 60% de ésta es pirata o de mala calidad. El cuarto es un hacinamiento REALMENTE apestoso de gente disfrazada (de Naruto) televisiones con Wiis y Playstations y X Boxes conectados, y unas cuantas arcadias de Pump it Up, que parecen ser la fuente del mal olor. Wolverine también andaba por ahí, pero estaba en un rincón, tomándose fotos con niños; claramente no es el alma de la «fiesta».
Dos años después, vengo a estudiar cine al DF y por casualidad decido ir con mis compañeros a la Mole. Supongo que no debo decir ya de qué se trata.
Así que, ¿qué esperar de esta «Comic Con»? No ha habido anuncios de ninguna clase, fuera de, como ya lo mencionas, la aparición de Temuera Morrison, lo cual realmente tampoco es para emocionarse mucho. ¿Que es en el World Trade Center? Eso podría parecer esperanzador, pero ahí también era el EGS -supuestamente el show más grande de videojuegos de América Latina- y todos sabemos que nunca mostraban nada nuevo e interesante. Por ahí hay rumores de que los organizadores no son precisamente honrados o buenos en su trabajo. Seriamente, todos los síntomas apuntan a otra decepción.
Pero hay un síntoma aún peor. Uno que, cualquiera que tenga agregado en facebook como «amigo» al perfil de la Comic Con – otro GRAVE error, puesto que deberían haber hecho una página tal cual, no un perfil para hacer amistades – puede notar. Noventa por ciento de la gente que parece asistirá tienen «nombres» japoneses. Y tienen pelucas en tonos azul pastel. Y fotos de J-Pop Stars en su perfil.
¿En serio? ¿De nuevo, esta gente tomando un espacio dedicado al cómic EN GENERAL para hacerlo su tianguis particular? Los otakus mexicanos son como los Twilighters región 4, que convirtieron la COMICON de San Diego en una payasada y una farsa.
Todas las «Convenciones» de aqui las han moldeado ellos a ser tianguis y meras reuniones de cosplayers. No les interesa nadamás, y son los más radicales y cerrados, incapaces de abrir un buen cómic de Warren Ellis, de Alan Moore, de Grant Morrison o de quien quieran, porque no hay niñas con ojos grandotes ni protagonistas con peinado de emo. Y ya no se diga un libro de Phillip K. Dick, de Isaac Asimov, de Jules Verne o de Conan Doyle. Es terrible leer los comentarios que dejan, regocijándose onanistamente en que «ps… es ke… el manga RIFA!!!», quejándose de que «No hay espacios para mercancía» (ayyyy güey… ¿y Pericoapa? ¿Y casi todo el centro?) y triste ver lo de la «marcha del orgullo friky». Como si fueran (Fuéramos, diría porque yo igual soy geek y etc. pero… en verdad creo que hay diferencias) oprimidos o algo.
Si esta comicon es OTRO fracaso, gran parte de la culpa échensela a los otakus que todo lo quieren convertir en tianguis. Y el resto, a los organizadores mexicanos que sólo ven varo fácil con cero esfuerzo y trabajo.