Acudimos a la vigésimo sexta edición de La Mole Et, la cual lleno por tres días las locaciones de la Canaco (a unos pasos del metro Juárez), con todo tipo de gente, desde los ávidos por jugar o mercar con sus tarjetas, hasta las diferentes tribus de cosplayeros (y uno que otro disfrazado solitario), todo esto incluyendo a los mangakas, comiqueros, coleccionistas y algunos darketos extraviados.
El evento, como ya es costumbre, no presentó ninguna novedad, más de lo mismo, incluso, la mayoría de los stands tienen el mismo lugar de siempre, desde hace casi 10 ediciones, que si bien presentan a artistas que son importantes (como Mauricio Herrera, Gabriel Chávez, Martín López, Paco Jiménez, entre otros), son personalidades «de la casa», que ya no son novedad.
Los espacios de independientes es mas pequeño, al igual que el tamaño del foro principal y la sala de rol luce cada vez mas vacía.
Un evento totalmente desangelado que se niega a evolucionar, no obstante, continua con éxito sus concursos de cosplay y sus sexys-table-bailongos.
En esta ocasión, fueron tres cosas las trascendentales, la presentación de la expansión del juego de Mitos y Leyendas, Profecías… y la presentación del grupo musical Yumeki Angels, actividades que si bien tuvieron buena afluencia, se llenaron con sus seguidores continuos, es decir, la gente de siempre.
El evento estrella de esta edición de La Mole, fue el homenaje a uno de los iconos y pilares del mundo del doblaje… Jorge Arvizu, quien junto a su hermano, Rubén Arvizu, presentaron el libro de este ultimo, ¿De quien es la voz que escuchas?, que habla sobre el doblaje al español.
Sin embargo, este que debió ser un homenaje a lo grande, con bombo y platillo, como el Sr Arvizu merece, no paso de ser una platica con los panelistas, con un auditorio a medio llenar y sin medios que lo cubrieran o invitados del gremio del doblaje entre el publico (¿donde quedaron las grandes actividades del doblaje que hizo La Mole en sus primeras cinco ediciones?¿no habían reunido mas de 180 personalidades del doblaje en un solo lugar, durante una entrega de premios, en 1999, cuando era La Mole en el gimnasio Juan de la Barrera?), limitándose a la entrega de un trofeo de cristal (eso si, muy bonito y grandote), que le entregaron a Jorge Arvizu (quien contribuyo a este fracaso, llenando sus intervenciones con tintes y comentarios políticos).
Sin embargo, un merecido homenaje a este actorazo, que pudo ser mucho mejor… esperemos que en subsecuentes ediciones, La Mole sea mejor y mas novedosa (aunque así como esta, la gente sigue acudiendo), para que evolucione y recuerden que leer un comic diario, mantiene una imaginación sana.