Por Cristian Cuevas
La cita fue a las seis de de la tarde en el Doberman del Centro Histórico, el día soleado pero frio a la vez esperaba con anhelo la llegada del poliglota alemán Dr. Ring Ding. Poco a poco el lugar se iba llenando conforme pasaba el tiempo.
Ya pasadas de las siete de la tarde el evento alardeaba por el comienzo del tokin y así fue, uno a uno, los músicos de Módulo Ghetto con Teclado, trombón, bajo y batería tomaron estancia en ese pequeó pero grande a la vez escenario del Dobermann, pero no era solo eso en el bajo los acompañaba ¨Tocayo¨ bajista de la conocida banda ¨La tremenda Korte¨.
El ritmo también del ska con Jazz y reggae sin voz, motivó a los asistentes a empezar el buen baile con la principal canción, también demo de esta bien acoplada banda ¨Sin copa las 9¨. El ambiente empezó a subir la emoción. Una a una las canciones hacían que el público se motivara y pidiera cada vez más y más que la emoción y el ritmo subieran de tono para hacer una verdadera fiesta. El sol ya estaba apagado, pero el ambiente se encendía cada vez más.
Módulo Ghetto ya amenazaba con tocar su última rola ¨Experimental Mood¨ que hizo que por ese momento los asistentes hicieran el último baile antes de llegar el medio tiempo, la pauta para dar paso al aclamado de la noche.
El escenario se vació, los músicos ya daban lugar al sucesor para prender de una manera más grande a los fans, a esas persona que sacrificaron algo que hacer para asistir esa noche y ver al que quizá es su ídolo en el género. El tiempo transcurrió y pareciera que este les jugaba una mala broma porque se sentía lento, se sentía eterno.
La chifliza aumentaba poco a poco, la gente ya estaba desesperada, ya querían poner de nueva cuenta pies y brazo a danzar y sí, los aclamos fueron escuchados, uno a uno los músicos empezaron a subir pero faltaba algo, Dr. Ring Ding no estaba, pero no se tuvo que esperar mucho y al fin fue subiendo y pareciera que cada escalón era el nivel de volumen de los gritos de la gente.
Al fin, con trombón en mano Dr. Ring Ding se hizo notar, prometiendo que esa noche sería inolvidable los instrumentos empezaron a interpretar esa música que lo caracteriza. Pasaban las canciones ¨The Rule¨, ¨ Big Man¨ y la multitud no tenía llenadera, pedían más y más y así fue, les cumplió, Dio más fuerza a cada canción y los fans felices coreaban y bailaban al ritmo de ese metal y junto con los demás instrumentos cada una de las siguientes canciones.
Un intermedio puso pausa a la eufórica asistencia, el cambio de varios instrumentos a uno solo, la computadora, hizo que siguiera la fiesta. Ahora solo él, en voz, y su lap pusieron, de nueva cuenta, a bailar a los asistentes. Las peticiones del público fueron concedidas satisfaciendo a la multitud.
Se acercaba el fin del encuentro, los fans pedían más, Dr. Ring Ding ya cantaba su última rola, pero el coreo de ¨otra¨ inundó el lugar y volvió a complacer, ahora si, su rola de despedida se aprovechó por los asistentes y así dio por concluida tan peculiar noche. Y como al inició, poco a poco el escenario se vació, pero sin dejar huella de tan esperado evento.