Por Esther García Ramírez
La música y la literatura siempre han trabajado en favor del amor. El ritmo, musicalidad e inspiración en las cartas, conquistaban a las mujeres, que con escasas palabras, pero sí miradas profundas, respondían a los galanteos de los hombres.
En los ritos de conquista, la música se incorporó a la poesía y entonces las primeras piezas de amor se tocaron frente a la ventana del ser amado. Los versos fueron cada vez más literales y no sólo se evocaba el sentimiento por el otro, sino que también se solicitaba abiertamente ser abrazado, besado, amado.
Ya en el siglo XX, la radio trajo para los enamorados, una forma más de comunicarse y declararse su amor; los locutores y operadores de audio, se ocupaban de dar los mensajes a través de las canciones que presentaban, y entonces se escuchaba:
Bésame, bésame mucho,
como si fuera esta noche
la última vez…
Consuelo Velázquez
En los ochenta, era muy fácil grabar un casette y entonces los jóvenes enviaban, (aquí ya no importaba si era de hombre a mujer o viceversa) las canciones que podían decir por ellos, lo que sentían. Lo mismo daba en inglés o español:
Kiss me
out of the bearded barley.
nightly,
beside the green green grass,
swing swing,
swing the spinning step.
You wear those shoes and I will wear that dress
Matt Slocum
Y entonces la petición de ser besado en las canciones se volvió frecuente, muchas de las veces, con ansiedad:
bésame como si el mundo se acabara después,
bésame y beso a beso pon el cielo al revés,
bésame sin razón porque quiere el corazón,
bésame…
Camila
En la actualidad, a través de las redes sociales, jóvenes y adultos se dedican canciones para declararse su amor:
Bésame los ojos, aun dormido en la mañana,
bésame la piel con el caudal de tu estreches,
(…)
bésame el susurro que me hiciste en el oído,
besa el recorrido de mis manos a tu altar…
Ricardo Montaner
Y es que quién, no importa la edad, no ha escuchado una canción que dice exactamente lo que siente por otro, y encuentra el medio idóneo para decirle cuánto le ama, y entonces descubre que es mejor “besar con música”.
Sí, con música y la voz de El Rey.