Por Lupita y José Alberto, corresponsales de Artes9.com en el Edo. De Hidalgo.
Nos enteramos a través de Radio Mil, con Edgar Morales, más conocido por El Castor, que hoy 15 de enero, festejan los compositores mexicanos su día y en Artes9 nos unimos a las felicitaciones que recibirán todos ellos, como gremio, a través de sus directivos, y en lo particular , rodeados del afecto de familiares y amigos.
Acá en Jagüey de Téllez, este rincón entre selvático/tropical y al mismo tiempo desértico y tan frío como algún polo, nos atenemos a lo que gentilmente informó el señor Morales en su programa “Viajemos México” de la efemérides que dio vida a esta nota, y no es por congraciarnos con el conductor del programa, pero como no tenemos TV., ni teléfono, ni puesto de periódico cercano, depositamos nuestra total confianza en lo que oportunamente nos anuncian en N. R. M., de las cuatro de la mañana hasta las ocho de la noche –a las 21 horas ya estamos roncando—y, como siempre nos bien informan, pues aprovechamos la ocasión y trabajamos la idea, y ya aderezada, la presentamos a los lectores de Artes9. Com.
La Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), que es dirigida actualmente por el Maestro, Armando Manzanero Canché, y por Felipe Gil Garza, fue fundada el 7 de julio de 1945 por Alfonso Esparza Oteo, Mario Talavera, Ignacio Fernández Esperón (Tata Nacho), Ernesto Cortázar, Manuel M. Ponce y Alberto Domínguez, entre otros destacados creadores.
La SACM., es la continuación de la Sociedad de Autores Mexicanos fundada el 15 de enero de 1902, organismo creado para la defensa de los intereses de dramaturgos y literatos, su primer presidente fue el poeta, diplomático y periodista, Juan de Dios Peza (1852-1910), el mismo que aseguraba que la leyenda como el mito y el cuento, nacieron antes que el tiempo pudiera ser fechado, y se ha venido transmitiendo de boca en boca desde entonces.
Su primer tesorero fue, el escritor, poeta y maestro de música del Conservatorio Nacional, don Enrique de Olavarría y Ferrari, que nació en España en 1844 y llegó a México en 1865, donde murió en 1918. “¡Qué personajes, todos, los fundadores y los continuadores!”
Imposible que a la memoria nos acordemos Lupita y el que teclea, de la enorme lista de distinguidos autores mexicanos que han dado brillo a la literatura poética musical, principalmente, sin herir a los que se omitan, vivos o muertos, pero como es necesario incluir a los que recordamos, con el debido respeto y admiración para los que no aparezcan, nos parece pertinente empezar con José Juventino Policarpo Rosas Cárdenas (Juventino Rosas, que nació el 24 de enero de 1868 y murió a los 26 años, el 24 de julio de 1894), autor en Cuauhtepec, D. F., en 1886, del inmortal vals “Sobre las Olas”, obra que ha dado prestigio mundial a México, y que, por decreto presidencial de Porfirio Díaz, en 1902, se dispuso que fuera la primera obra musical protegida en sus Derechos de Autor a Perpetuidad, por lo que siempre será reconocido Juventino Rosas como su autor y nunca será del Dominio Público.
Con este motivo, la SACM., ha instituido el “Reconocimiento Póstumo Juventino Rosas”, en su honor, y se entrega a los sobrevivientes de los autores mexicanos más destacados.
Ahora viene lo difícil: si enlistamos a estos genios por orden alfabético, por orden de antigüedad o por popularidad. Meditamos mi eterna pareja y su servidor y llegamos a una conclusión: los enlistaremos a renglón seguido, como los vayamos recordando:
Salvador Flores Rivera (Chava Flores), el Cronista Musical del D. F., que hoy cumple (cumple porque no ha muerto), 94 años; José Ángel Espinoza (Ferrusquilla), contemporáneo de don Chava, pero afortunadamente vive todavía, en Mazatlán, Sin., José Alfredo Jiménez Sandoval (El Fello, El verdadero Rey) que tampoco ha muerto aunque esté sepultado en su Pueblo de Dolores; Agustín Lara del Pino (El Flaco de Oro); Tomás Méndez el de las Palomas y El Toro Asesino; la genial pianista e inspirada compositora Consuelito Velázquez, orgullo de Zapotlán el Grande, Jalisco, y que Mariano Besaba Mucho, paisana de Gonzalo Curiel.
Don Roberto Cantoral, todo un Caballero de Reloj y Barca al que le Regalaban esas Noches, vecino en la Lindavista, de Juan S. Garrido. Ema Elena Valdelamar Casarín , la del Cheque en Blanco; Guadalupe Trigo, que le cantó a Mi Ciudad; Álvaro Carrillo, el Agrónomo Andariego; Augusto Cárdenas Pinelo (Guty Cárdenas), al que se le acabó el Rayito de Sol a los 27 años; Francisco Gabilondo Soler (Cri Cri), el cantor de los niños; Abel Domínguez, Federico Baena, Alfredo Carrasco, Los Hermanos Jesús y Alfredo Bojalil Gil (Los Panchos), Felipe Bermejo, Acrelio Carrillo, el de Reconciliación, triunfo internacional de las famosas hermanitas Núñez.
No nos podemos olvidar de Chucho Monge, de Gabriel Ruiz, del guitarrista maravilloso: Antonio Bribiesca, de Alicia Colmenares, Elvia Carrillo, Alfredo Núñez de Borbón Jaime Guzmán Meyer, el de Pachuca. ¡Don Joaquín Pardavé Arce!, caramba, cómo se nos puede olvidar este figurón con su Varita de Nardo y su Negra Consentida. Marcela Galván, Homero Aguilar, el compositor de los éxitos de la Sonora Santanera. Memo Acosta, Rosa Guraieb, Leticia Armijo y ya no nos acordamos de más. Lupita me dice que faltan Cuco Sánchez el de nuestro Anillo de Compromiso y Cornelio Reyna, el que se cayó de La Nube, pero ya no los incluyo porque si no, me veo obligado a mencionar a Suzanne Rodríguez, al Monis Zorrilla, a Blas Galindo a Guillermo González Camarena entre otros miles, actuales y de antaño como Napoleón y Juan Gabriel, o Genaro Codina y Quirino Mendoza.
Mil disculpas a los no incluidos y cerramos con el precepto que dictó la SACM, hace poco tiempo:
“Un país sin cultura, es un país sin Historia y un país sin Historia, es un país sin futuro”