José Alberto y Lupita
Corresponsales Viajeros de Artes9.com y Archivo Cultural BENYCA.
El pasado domingo 4, día de San Francisco, en el transcurso del programa Recordar es Volver a Vivir de la 98.1 de FM, la Bella Airosa, con Daniel Reyes Lucio, tocamos el tema de las Feria de Pachuca y mencioné que era muy importante; de las primeras de México. Al momento, el ingeniero Pablo Meneses, técnico operador de la estación me corrigió la plana mencionando que la de Aguascalientes es la primera, tema que por falta de tiempo no se pudo platicar más, pues polemizar en tiempo de radio es muy corto si no es el programa especial para el tema, por lo que aquí lo retomo.
En la vida de vagancia que “sufrimos” mi Lupita enrebozada y su servidor, por carencia económica no nos hemos acercado nunca a la Feria denominada Nacional de Aguascalientes por Adolfo López Mateos en 1958, que se inició, según los enterados, en 1828, cuando pertenecía al estado de Zacatecas, ya en 1848 como estado libre y soberano desde 1835, se cambia a donde actualmente se celebra.
El predio según mi Veterinario de cabecera, tiene 90 hectáreas y se presenta la exposición ganadera más grande del país, pero hay otros enterados que informan que son 34 hectáreas el total.
En la novela “Los Bandidos de Río Frío”, don Manuel Payno, hace una detallada descripción de la grandiosa y más grande feria del país, nos habla de la Feria de San Juan de los Lagos autorizada por Cédula Real de Carlos lV el 20 de noviembre de 1792, feria en la que se expendían –escribe Payno–, mercería fina y ordinaria, telas de algodón, seda y lino, lencería fina, cristal y loza, venidos de Francia, Inglaterra y Alemania, algunas naves, tenían que dar la vuelta por Cabo de Hornos y después de cuatro o cinco meses de peligrosa navegación, para llega a Mazatlán o San Blas, y un mes o más en recuas de mulas para llegar a tiempo a la gran venta de la Feria de San Juan, en honor a la Inmaculada Virgen María de la Nueva Galicia.
Pero también llegaban comerciantes de toda la República Mexicana con los productos más inimaginables, lo mismo de Chihuahua, que de Nuevo México, de Puebla, Veracruz y Chiapas, o de Guerrero con sus artesanías locales y los productos de la Nao de China, Oaxaca, y Nayarit. Se vendía todo en el mes que duraba la oferta, desde cereales y dulces, hasta caballos como los de Guanamé y del Sauz, que mandaban hasta mil quinientas cabezas y todas se vendían, promedio, en doscientos pesos cada animal. Y, qué decir de las hermosas mulas que mandaba desde Tamaulipas doña Rita Girón y que eran vendidas al más alto precio, 250 pesos, por su hermoso porte y su alzada.
Pero en Xalapa, Veracruz, cuando vivimos ahí por algunos años, nos enteramos de la añeja feria que fue autorizada por cédula real de Felipe V, el 20 de agosto de 1718, con la mercancía que llegaba de Europa al Puerto Jarocho en la flotas de la Nueva España, ratificándose el 2 de abril de 1728, que “para siempre”, las ferias de las flotas españolas se realizaran en Xalapa. El virrey marqués de Casafuerte confirmó este mandato real por bando del 7 de noviembre de1729. Actualmente, es la Feria de la Primavera, agrícola, ganadera, comercial e industrial, pero con gran volumen de venta relacionada con la cultura.
Para no cansarlos, finalizo con el Decreto para la celebración de la Feria de San Francisco en Pachuca, documento que da cuerpo a lo escrito por el Lic. Víctor M. Ballesteros García y publicado en la página 12 de la Antología “Páginas de Pachuca”, editado por la UAEH en el 2003, coordinada por Enrique Paniagua y Evaristo Luvián Torres.
Anteponiendo el licenciado Ballesteros lo siguiente:
Aunque no tenemos noticia precisa del origen de la popular Feria de San Francisco, debe darse como indudable que en un principio, es decir, desde el siglo XVl, la fiesta inició con las protocolarias ceremonias del 4 de octubre, cuando los Frailes de Pachuca organizaban una misa solemne, a la que asistían autoridades civiles y eclesiásticas de la ciudad, así como los vecinos de todas clases sociales. La celebración de un día “tan grande” comenzaba la víspera, el adorno del templo era especial; las luces de velas y cirios y la música del coro contribuían a darle mayor realce. Se aprovechaba la ocasión para estrenar algún mueble, candil, ornamento, campana, altar o retablo en el recinto…
El C. Lic. José María Martínez de la Concha, gobernador del estado libre y soberano de México, publicó el Decreto que concede a Pachuca autorización para realizar su Feria de San Francisco, el 3 de septiembre de 1868, o sea, que la Feria de Pachuca tiene ya debidamente organizada y reglamentada 147 años, sin tomar en cuenta que el Conde de Regla, cuando se agotó la veta La Vizcaina, organizó varias en honor al Santo Patrono de la Bella Airosa, para que le concediera el milagro que volviera la plata a la veta, y sí, se lo concedió, igual él cumplió, hizo tres o cuatro ferias, con peregrinación caminando entre sus trabajadores desde San Miguel Regla.
Así que, Acapulco, Aguascalientes, Xalapa, San Juan de los Lagos, Saltillo, Puebla, Chihuahua, Pachuca y varias más, pelean con dignidad ser la primera, cada una con su particular estilo.