Hay pocas cosas que pueden ser una constante en mi vida desde niño, y una de ellas es este gran autor. Soy un Acólito de Sabina desde que tengo memoria, y no soy el único que sigue mucho de sus preceptos casi como un estatuto divino, pues es irrefutable la manera en que te presenta su obra.
Pero, para aquél que todavía no ha tenido el gusto de conocerlo ¿Quién diablos es Joaquín Sabina?
Español por nacimiento, madrileño por vocación, que asegura que México lo atormenta y Buenos Aires lo mata, ya con 64 años en la espalda y más de treinta en carrera artística, que comenzó desde su exilio en Londres, y ha seguido creciendo hasta ser lo que es actualmente.
Hablamos de una leyenda en música, en poesía y hasta en prosa, ya que Joaquín Sabina es toda una figura en el arte.
Cantautor que dedica sus obras al fracaso, a la marginación, a las decepciones amorosas, a la ironía, a todo eso que lo inspira y que lo hace casi un vocero del perdedor, se codea con celebridades de todo tipo, duetos con gente que va desde Pablo Milanés, Joan Manuel Serrat, Alejandro Saenz, Eugenia León, Ana Belén, Jarabe de Palo, Andrés Calamaro, Rocío Durcal y por su puesto su cuatacha la Chavela Vargas, quien recientemente falleció.
Una de sus canciones más representativas es sobre una chica que pasó de ser una reina de belleza a una junkie sin redención, y claro, aunque el que le canta la canción la sigue queriendo, pero ya se resignó a dejarla perderse, pues no podrá salvarla, hablamos claro de «Princesa».
Con la canción que se dio a conocer en México hace ya bastante tiempo, es sobre una historia de amor, de lujuria, de excesos, una historia que empieza después de un concierto, y acaba dejando la duda si alguna vez fue real, lo curioso de esta canción es que podría ser tanto biográfica como ficción conociendo a Sabina y ha dado a propósito declaraciones contradictorias, pero cuando se canta a veces podemos decir que «Nos dieron las diez».
O simplemente retrata algunas historias desgarradoras, desde una chica que queda embarazada y el padre valientemente se pierde; una señora a la cual el marido se va con otra, veinte años mas joven; el hombre del traje gris que desesperado entra a olvidar sus penas en un lugar de mala muerte, y todos al mismo tiempo piensan, gritan, preguntan «¿Quién me ha robado el mes de Abril?»
Tiene canciones curiosas, como la edificante historia del libérico Don Juan, que después de toda una vida de oficina y disimulo, sin poder mover el culo, de pronto un día paso de pensar que pensaría la gente y se volvió Juana la Loca; esta canción le causó algunos problemas con la comunidad española pues pensaron que era burla, sin embargo el flaco de Úbeda declaró que eso era imposible, ya que la canción era para una de sus personas favoritas.
En cuanto a relaciones autodestructivas se refiere Sabina tiene todo un arsenal, pero una de las más icónicas habla sobre el irse, el regresar, el querer estar en el otro lado, pues como dice, de sobra sabe que es la primera, pero la cambiaría por cualquiera, son las peleas que terminan en rosas con espinas pero que no cambian nada, ya que lo envenenan los besos que va dando, «Y sin Embargo».
Podríamos seguir con sus canciones y tal vez terminaríamos llenando otros varios artículos de sus puras canciones, descontando por supuesto, su poesía, sus presentaciones en vivo, sus declaraciones , sus libros y sus citas.
Si no conoces a este gran cantante, date una oportunidad, una canción a veces es todo lo que se necesita para que te guste.
Y si ya lo conoces, ¿que canción es tu favorita? ¿En que momento te gusta más oirlo?