Cada año en millones de hogares del mundo occidental se celebra la navidad para muchos es una época de recogimiento, para otros es un espacio para reflexión y para muchos otros es un momento de alegría y júbilo, o un buen pretexto para reunirse con seres queridos y amigos.
La navidad ha trascendido más allá de ser una fiesta católica romana que recuerda el nacimiento de Jesús de Nazaret o una tradición Holandesa, readaptada y masificada por el país que por siglos se ha formado gracias al esfuerzo de inmigrantes del mundo: Estados Unidos de América.
Y es precisamente este otro protagonista de la navidad que ocupa estas líneas: San Nicolás o Santa Claus como es conocido en la actualidad.
San Nicolás nativo de Patara, provincia de Licia en Turquía, fue uno de los tantos perseguidos por el emperador Diocleciano a principios del siglo IV por profesar la fe cristiana, aun cuando no murió como mártir, gracias al Edicto de Milán de 313, pudo profesar su fe, creado así la figura del mito hasta su muerte un 6 de diciembre de 345.
Se ha dicho que este hombre lo mismo repartía regalos entre los niños, ayudaba a las chicas casaderas a quienes ayudaba con su dote, de ahí que Nicolás sea patrono lo mismo de niños, solteras, causas comerciales, jueces o panaderos.
de Gracias a la fe de la princesa Bizantina Teófila, su devoción se extendió por Francia, Alemania, Holanda, Francia, Grecia y Rusia. En el año 1807 sus restos fueron trasladados de Turquía a Bari Italia, en donde hasta el día de hoy reposan. Resultado de invasiones, guerras e intercambios comerciales, fueron los habitantes de los Países Bajos, quienes gracias a sus actividades comerciales lo llevaron a Gran Bretaña, donde tuvo otra modificación gracias a Martín Lutero, en lugar de repartir juguetes el 6 de diciembre, ahora lo haría el 25 de diciembre, fecha que coincidía con el nacimiento de Jesús.
La derivación del nombre vendría de su pronunciación en alemán, Nicolaus. Ya que fonéticamente para los anglosajones Claus era más fácil en cuanto a su pronunciación. Eventualmente con la inmigración al nuevo mundo, sería llevada a Nueva Amsterdam (Hoy Nueva York).
Saint Nickleaus fue el nuevo nombre con el que fue “reseteado” el Santo por protestante Thomas Nast en el semanario “Harper” en 1864 mostrándolo con el traje rojo, las botas negras, un gran saco de juguetes y entrando en una chimenea. Esto Se retomaban los colores rojos pues en su condición de obispo esos eran los colores que el Ya para ese entonces los atrapar a los consumidores en sus productos, distorsionando mucho más la imagen de este Santo Obispo
En los años 30 del siglo XX, consecuencia de la agresiva campaña de expansión que tenía Coca Cola, en la cual “buscaba poner una botella en las manos de cada ciudadano”, el dibujante sueco Haddon Sundblom creo la imagen del regordete personaje, inspirado en la fisionomía de su amigo Lou Pretince, enfundado en el traje que se identificaba con los colores de la compañía.
Y así la imagen del personaje cada año se ha repicado en cientos de campañas, plazas públicas, centros comerciales, fachadas y juguetes entre otros. Esperando que en estas fechas sirvan para reflexionar sobre la labor del Obispo, más allá de nuestras creencias religiosas.
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