Esta sección toma su nombre en honor de la Maxiserie que Marv Wolfman y George Perez hicieran para la DC en 1985 y 1986, y que marco, por lo menos hasta hace un año el destino de los cómics de una de las empresas más fuertes de la industria. Si somos objetivos, todas las historias de los cómics perteneces a una reliadad, es decir que el universo DC, el Marvel, el Valiant, el Image, el Avesome, el Wildstorm, el de Top Cow; el de Karmatron y los Transforambles, el de Memín, el de El Bulbo, el de Mafalda, el de los Pitufos, es en serio, el de los personajes de Alexandro Jodosrosky; en fin toda la variedad de historietas existentes perteneces a un mundo de tierras infinitas.
En este sentido también podríamos decir que existen muchas tierras primas, cómo aquella en que el único súper héroe existente era Super Boy y los demás héroes DC eran personajes de historieta. Pensemos en un México de economía prácticamente cerrada, en el que no existía tanta apertura o libertad de imprenta, y sobre todo en la que país parecía aislado al no existir la televisión de cable o la masificación del Internet, donde no había tiendas especializadas de cómics, ni video juegos, bueno ni siquiera existían los mismos. Esa tierra prima Mexicana existió antes de 1990 y de ella es de la que estaremos escribiendo en esta sección.
En la actualidad resulta como de otro mundo creer esto, ya que en la actualidad si alguna historia no es publica en México, se adquiere la edición Estadounidense o si no se sabe leer ingles se adquiere la edición española, ya que casi todos los títulos de cómics de Estados Unidos se editan allá. Pero existió un tiempo en nuestro país, y toda Latinoamérica que los únicos cómics que existían eran los que publicaba Editorial Novaro, por lógica ocurría lo que arriba se menciona.
Todos nos acordamos que Bruce Wayne era Bruno Díaz, Dick Grayson era Ricardo Tapia y James Gordon era simplemente el Comisionado Fierro pero ahí no para el asunto existen otros personajes desconocidos en Estados Unidos: Morus, alias Darkseid-a muchos les gusta más Morus, más perverso, según-que a su vez se llamo Oscuranto en algún tiempo y su enemigo mortal era Maxisol, alias Mr. Miracle. Bruno Alva era Flash, que en Estados Unidos se le conocía como Barry Allen, Raúl Jordan con el tiempo se convertiría en Parallax, es decir Hal Jordan, Deadman existía en México como Danton (se vale reír), la Cobra era The Creper, el Mensajero de Ultratumba en realidad era Phatom Stange. Aún hay más: Carlos Vela es Wally West, el actual Flash; Jorge Forcado era Jay Garrick, el Flash de la época de oro y Tito Gasca era Roy Harper y Guy Gardner era…. Gil Garza!!!.
Como lo mencionaba líneas atrás, no sólo los personajes cambiaban, también las historias por ejemplo aquí nunca se publicó la historia en la que Spedy (Roy Harper, es decir Tito Gasca), es descubierto como adicto a las drogas y que incluso en Estados Unidos apareció publicado sin la aprobación del Comic Code, así como muchas otras que por su «fuerte» contenido no podían ser publicadas en nuestro país, así esta estupenda historia realizada por Denny O´Neil y Neal Adams nunca se vio en Latinoamérica, por cierto que antes que Novaro, otras editoriales publicaron historias de origen Estadounidense sin créditos de autor, como sucedía en Editorial La Prensa principalmente, otro factor más de la Tierra Prima mexicana. Todo esto termino hasta que se diera el boom del cómic en 1992, ya que en las primeras ediciones de Vid encontrábamos nombres como El Comodín (The Jocker) en sus traducciones, por ejemplo.
Estos cómics hoy inspiran nostalgia y hay gente que muere por ellos.
Y esperen, porque Marvel está peor, en poco más de cuatro décadas de «la Casa de las Ideas» en nuestro país ha pasado por muchas distribuidoras y editoras, pero eso será motivo de otra nota.