Moon. Inglaterra (2009)
- Dir. Duncan Jones
- Reparto: Sam Rockwell, Kevin Spacey (voz) Dominique McElligot.
Calificación 4 estrellas
En plena era del remake, muchos aducen que hacen nuevas versiones de películas clásicas a manera de homenaje a los grandes directores y sus propuestas originales. Resulta mucho más sencillo, menos creativo y en ocasiones, una apuesta segura pensando en la taquilla. Sin embargo, es reconfortante saber que no todos los nuevos cineastas tienen la misma idea de lo que es un homenaje, y que algunos entienden que quizás los directores originales estarían más satisfechos de saber que han creado una escuela y estilo, y no dar por sentado a que aspiran solamente a ser imitados.
Duncan Jones (hijo mayor de David Bowie) parece haber entendido esta delgada y tenue diferencia entre el homenaje, la relectura y la reinvención. Moon, es una sorprendente película de ciencia ficción que nos recuerda lo que el género es en esencia, más allá de efectos especiales sorprendentes o premisas hipotéticas futuristas. Un drama intimista desarrollado en el espacio y con la Luna como escenario – además de un uso inteligente y creativo de un modesto presupuesto- hacen de esta película una propuesta innovadora y diferente que uno no puede dejar de ver, aprovechando su casi inadvertido paso por la cartelera comercial.
La historia se centra en el personaje de Sam Bell, un minero enviado durante tres años a una base lunar con la misión de extraer recursos energéticos, en plena crisis terrestre por dicho suministro. Su única compañía será el ordenador que controla toda la base – con la voz de Kevin Spacey. Sam está a dos semanas de volver a casa, cuando empieza a tener visiones extrañas, además de que sufre un accidente del que se recupera para darse cuenta que no está solo… esta vez tiene una extraña compañía, chocantemente parecida a él mismo.
Y si hasta aquí creyeron que se trata de un híbrido entre Solaris, 2001 Odisea del Espacio y algunos toques del Resplandor, además de una representacion en prosa de Space Oddity -que hiciera mundialmente famoso al mismísimo Bowie- están equivocados. Es todas esas y ninguna. Es tomar lo que conocemos de cada una y devolvérnoslo nuevo, reinventado y más sorprendente.
Pero además de eso, la película nos lleva a reflexionar no en el espacio, ni su condición insondable, ni sus infinitos misterios; en realidad el viaje inicia y termina con nosotros mismos. Con nuestra propia condición humana exaltada por la soledad. Con nuestro propio lado oscuro, que a diferencia del de la Luna, no siempre está escondido de la vista de los demás.
Lo mejor:
- Es importante subrayarlo: Sam Rockwell es un gran actor. Destaca su trabajo por partida doble. Una pena lo que hace en Iron Man, de verdad, pero supongo que eso prueba que es versátil.
- La voz de Spacey, como una versión más humanizada de la terrorífica Hall, es simplemente deliciosa.
- Las referencias a 2001 Odisea del Espacio, están tan a la vista que te sientes identificado con la necesidad de hacerle un homenaje a Kubrick, lo evocas nítidamente el tiempo justo para que recuerdes que esta es otra película… y también bien hecha, por cierto.
- La musicalización es de 10.
- La tensión sube de tono, pero la narración se mantiene en el mismo ritmo. Eso hace que no puedas -ni quieras-moverte hasta llegar al final.
Lo peor:
- Hay varios cabos sueltos en la historia. Falta información completa que no sabes si no entendiste, no te explicaron, o si de eso se trataba, como parte del encanto del asunto.
- Sí, es lenta y algo monótona, ya que estás viendo una especie de monólogo. No a todos les molesta, pero hay quien decide mejor salirse del cine. Quedan avisados.