Pues, como se habrán dado cuenta, el ejemplar de Rigor Mortis dedicado a la figura de Sid y Nancy, se ha convertido, por muchas razones en un número único pues, dicha publicación ha cambiado de nombre y empezando con un nuevo primer número. El Rock Cómic, ahora presentado por esa revista para «niños malos» llamada Gorila, ahora ostenta el nombre de Rock Mortis que, ciertamente es mas adecuado para el concepto de la publicación.
En este nuevo primer número se narra la vida y muerte de Kart Cobain, es decir, el nacimiento, el ascenso y la caída de Nirvana. El plot sigue estando a cargo del Pinche Sam, pero el desarrollo artístico, en esta ocasión queda en las manos de Jorge Break, que mas que como dibujante, muestra sus dotes y alcances como diseñador, ya que prácticamente todo el número es manejado a manera de fotonovela.
En lo que a la parte de comic que trabaja Break, es raro verlo manejar el alto contraste (que es en donde Rubén Lara se mueve como pez en el agua, como lo vimos en Sid y Nancy), ya que uno está acostumbrado a ver trabajos más bien coloridos en su carrera editorial, baste mencionar Meteorix.
Este concepto, si se sabe manejar, puede dar mucho de sì, por lo que hay que poner mucho cuidado en su realización, no hay que evidenciar el amarillismo que puede apreciarse desde la portada, en donde Kurt se presenta con una escopeta, lo que lo acerca mas a un tipo de revista Alarma!, que a un rock comic, hay que ser un poco menos tendenciosos y mas objetivos o ¿ a que tipo de público quieren dirigir la revista?.
Muertos en el Rock, hay muchos, pero pueden manejarse sus historias de manera respetuosa y menos sensacionalista para lograr presentar un buen producto, algo que trascienda y no se convierta en un «Sensacional de Rockeros Muertos». Lo que si hay que destacar, y agradecer, es que se está recurriendo a artistas de primera línea, lo que de entrada, lo convierte en un título atractivo. El próximo número estará dedicado a la figura de Jim Morrison: El Rey Lagarto.