Cien años del incio de una lucha, que le dió forma al México moderno, y que mejor para recordarlo que con el trabajo de un grande de la historieta mexicana, Gabriel Vargas.
Las historietas de Gabriel Vargas previas a La familia Burrón son prácticamente desconocidas y han sido olvidadas, pero no por ello de poca importancia. En su momento series como la vida de Pancho Villa y La Guerra en España día por día, ocuparon espacios muy importantes en diarios y revistas, éstas surgieron a petición expresa del gobierno, quien solicitó apoyo a los editores para fomentar la lectura y la cultura. Varios autores como Aurrecoechea y Bartra, atribuyen a la serie Frank piernas muertas como la primera historieta de Vargas, sin embargo después de revisar infinidad de diarios y revistas puedo asegurar que la primera historieta que se publicó de don Gabriel es Pancho Villa.
Esta historieta está basada en hechos reales de la vida del revolucionario Pancho Villa. Apareció en 1936 en el diario Novedades, después en la revista infantil Chamaco y también en la revista Mujeres y deportes. La serie contiene pasajes importantes en la vida del líder desde su infancia hasta su muerte. Como dato curioso firma con el seudónimo VELO, este lo adoptó para publicar sus obras en la editorial de Ignacio Herrerías y es una variante de su nombre Gabriel, Gabrielo, VELO.
Seguramente el tema de la vida de Villa fue seleccionado con la intención de quedar bien con el presidente Cárdenas, quien entre 1913 y 1914 se había incorporado a la Revolución Mexicana y se había aliado a las tropas encabezadas por Pancho Villa; no olvidemos que durante su gestión impulsó la educación rural, creando las Escuelas Normales Rurales, el Departamento de Asuntos Agrarios, la Confederación Nacional Campesina activa participante en las campañas de alfabetización y la instalación del Instituto Lingüístico de Verano.
Cabe destacar que Pancho Villa ocupó páginas completas y fue privilegiado por la fuerte publicidad de Mujeres y deportes y Novedades, ésta tuvo gran importancia en su momento, fue una hábil respuesta del editor Ignacio Herrerías al gobierno que deseaba acercar a la gente a la lectura, se utilizó la imagen de Villa a pocos años de su muerte, esta serie difundió pasajes reales de su vida y obra, contribuyo a reforzar su popularidad, a mantener viva su imagen y con todo esto Herrerías quedó bien ante el primer mandatario. Otro aspecto importante es su aportación cultural, porque estos medios impresos eran de distribución nacional y llegaron a manos de miles de personas, quienes así conocieron vida y obra de Villa. Baste recordar que en esos años, eran escasos los medios de comunicación, por ejemplo: la radio iniciaba transmisiones y no era un aparato de fácil adquisición, por otra parte si la gente no adquiría el diario, tenía la opción por menos dinero de comprar o alquilar alguna de las revistas, porque había locales especializados en la renta de las historietas.
A pesar de todo lo anterior actualmente las investigaciones o reportajes alusivos ya sea a la historieta o al propio Vargas, no le han dado mayor importancia, y si acaso la mencionan, es como una más en la lista de sus creaciones. A lo largo de mi investigación no encontré una sola publicación que haya presentado una gráfica de esta historieta.
Textos del libro:
- Gabriel Vargas cronista gráfico
- Autor: Maira Mayola Benítez Carrillo
- Ed. UAEH, 2010