Descorazonado por haber perdido a su pareja en el 9/11, el doctor Aaron Goodman abandona su carrera para convertirse en interrogador en Guantanamo. Ahí, se encuentra con Ahmed, uno de los sospechosos, que hace que comience a cuestionar sus puntos de vista, aunque la influencia se vuelve mutua. Esta novela gráfica de Jay Cantor llama la atención por ser la obra de un estadounidense que muestra, si no empatía, cuando menos una visión más abierta de la perspectiva musulmana. Es muy recomendable, como todas las actuales novelas de Vertigo que analizan la historia actual.