Por Norma Lorena Loeza
USA 2018.
- Dir: Anthony y John Russo
- Reparto: Robert Downey Jr., Chris Evans, Chris Hemsworth, Mark Ruffalo, Josh Brolin, Scarlett Johansson, Benedict Cumberbacht, Chris Patt, Tom Holland, Tom Hiddlestone, Elizabeth Olsen, Zoe Saldaña, Peter Dinklage.
Tuvieron que pasar 10 años y más de 18 películas para llegar a este momento, largamente esperado por la enorme fan community del universo Marvel. Explicar cómo el comic encontró un nicho cinematográfico altamente redituable, que lo coloca como una de las referencias pop más sólidas de nuestros tiempos, podría dar como para un análisis muy extenso. Sirva este comentario para enmarcar que con esta cinta llegamos al fin de una toda era en el proceso, empezando a considerarla como una de las mejores exponentes del género, que ahora cobra vida propia.
Y es que en 10 años han pasado muchas cosas dentro y fuera del universo Marvel. El género mejoró en la calidad de las historias que nos presentaron. Súper héroes y heroínas de carne y hueso, con problemáticas terrenales y hasta con ciertos defectos de personalidad, que permitieron que el público se identificara mejor con los personajes. Por otra parte las y los fans crecieron y ello permitió introducir contenidos más adultos, a pesar de que en ese tiempo, también vimos como Disney se apropiaba de la franquicia. Sin embargo, está claro que nunca se abandonó la hoja de ruta, ni se perdió de vista el propósito de lograr uno de los crossovers más minuciosos de todos los tiempos.
Infinity war presenta el conflicto final entre el bien el mal. Del lado del bien, los Avengers clásicos con añadidos/as y del lado de mal, el malvado Thanos y su guante con las gemas del universo. Basado en el comic “The infinity Guantlet” incluso algunos de los fans de la historieta admiten que la adaptación no es mala, y que detalles cruciales fueron cuidados con esmero. Y hay que admitir que complacer a esta exigente fan community no es en modo alguno algo sencillo.
Siguiendo fiel a la estructura de “¿Dónde nos quedamos?” Los Avengers, se encuentran divididos en dos bandos, algunos andan perdidos arreglando otros asuntos y otros todavía no saben que el conflicto existe y que deberán jugar un papel crucial en la lucha por la supervivencia de la vida en el universo.
Thanos (Josh Brolin) el villano de esta historia, hace el movimiento de ataque que lo convierte en la peor amenaza para el Universo al decidir completar su búsqueda de las 6 gemas del infinito, e ir por las que están bajo custodia de dos de los Vengadores: La del tiempo cuyo guardián es el Dr. Strange y la de la mente que está insertada en la frente de Visión.
Como se sabe, quien tenga las seis gemas tendrá poder absoluto y podrá destruir a la mitad del universo con solo chasquear los dedos. Siendo fieles a la premisa básica de todos los cómics (¿qué pasaría si esta arma tan poderosa cayera en manos malvadas?) el bien deberá impedir que de una sola persona dependa el destino de la humanidad.
Esta cinta es sin duda la expresión de la madurez de todo el proyecto: actores y actrices cómodos con sus personajes, humor dosificado, sorprendentes efectos especiales y resolución de algunos cabos sueltos que existen desde hace varias cintas, es la tónica general de la película.
Sin embargo, esta no es una lucha de lo blanco contra lo negro o el ying contra el yang. A través de las películas unitarias y las secuelas cinematográficas anteriores a esta historia filmadas, sabemos que a “los buenos” hay cosas que los perturban, que guardan rencores, que son soberbios, en suma, que no son perfectos. El Universo Marvel carece hoy más que nunca de juicios morales y se concentra en principios éticos afines a un objetivo mayor: salvar al universo de la destrucción.
Acusado de haber destruido el cine, el género de súper héroes parece con esta entrega más vivo que nunca. Demuestra entre otras cosas, que el cine de entretenimiento se potencia enormemente con la visión “geek” y que bien realizado, la metáfora de la eterna lucha del bien contra el mal, se consolida en medio de efectos especiales, como forjadora de la virtud en la condición humana. El desasosiego que provoca el conflicto, el miedo, la visión de un futuro oscuro, encuentra en los personajes del universo Marvel la mejor expresión de cuando las cosas no salen como se planean. Ni cómo describir las expresiones del público en la sala durante los últimos 10 minutos de la cinta, ni el silencio sepulcral esperando la ya clásica escena postcréditos. Esa es sin duda otra gran aportación: sin final feliz, será mucho más ansiado el anuncio de “esta historia continuará”.