
- Dir:Christopher Nolan
- Reparto: Christian Bale, Tom Hardy, Anne Hathaway, Michael Caine, Morgan Freeman, Gary Oldman.
Llega a su fin lo que ya se perfila como la trilogía más rentable y exitosa de un súper héroe emanado del comic. Batman alcanza con Nolan su grado más elaborado de retrato cinematográfico y una historia que definitivamente le devuelve oscuridad y refinamiento a un personaje que de suyo lo tiene y que nunca debería haberlo perdido.
A estas alturas, es clara la reconfiguración que hace Nolan del comic, la construcción de los personajes para la pantalla grande le permite contar a su manera la historia dentro del contexto imaginario que construyó para ello, por lo que para esta cinta los personajes parecen bastante bien definidos en esta lógica. Nolan además deja un sello personal siguiendo algunos patrones narrativos que lo definen con director, una definición de su estilo de narrar y dirigir que es bastante exitoso y del gusto de sus ya incontables legiones de fans.
En esta última entrega, han transcurrido ocho años desde los trágicos sucesos en los que muere Harvey Dent, el Guasón y Rachel Dawes. La Ciudad parece haber superado la crisis, controlar al crimen y ha terminado por enterrar a Batman al olvido. El propio Wayne vive enclaustrado en su mansión viviendo de sus cada vez más exiguas rentas. Esta primera parte, resulta lenta – dura casi 50 minutos- en donde los personajes centrales aparecen pero no entran en verdadera acción en medio de discusiones entre Alfred y Wayne que parecen de matrimonio viejo. El caso es finalmente la amenaza se define y la necesidad de volver al ruedo se hace más clara y evidente.
Nolan vuelve a ejemplificar los dilemas del súper héroe y retoma un premisa que ha venido construyendo de entregas anteriores: el héroe es un símbolo que todos estamos en condiciones de tomar y construir. Mejor aún, nadie tiene verdaderamente el control porque es una pulsión de muerte lo que te hace tomar el camino del héroe o el del villano. El ritmo se acelera en esta segunda parte, donde se sientan las bases del conflicto que llevarán a l enfrentamiento central: el de Batman vs Bane. Esta estructura del relato es muy similar a la entrega anterior, donde Nolan borda los diferentes elementos para apuntar a lo que parece inevitable: el descontrol y el caos. Una técnica que el director domina y que le devuelve ritmo a la cinta que a estas alturas ya está cerca de las dos horas de proyección.
El caos y su definición final ocupan la última parte de la cinta. Aquí además Nolan incluye un acertado y bien construído recurso de intertextualidad para contar la historia de Bane. Escenas alternas de diferentes planos del suceso central permiten al espectador mantenerse en el asiento y esperar la solución final, en donde además nos llevamos algunas sorpresas acerca de los personajes y sus motivaciones. Sin embargo, la cosa termina por resolverse y Nolan nos regala un final al que bien podríamos haberle agregado la pirinola que no cae en El origen. Una firma de autor, supongo, que hace que los fans mantengan la esperanza de una secuela con las mismas características y de atar los cabos sueltos que además son de interés y levantan la expectativa.
Lo mejor:
- Las peleas a mano limpia entre Batman y Bane, sin duda de los mejores momentos de la cinta.
- Un adecuado y bien construido recurso de intertextualidad para narrar la historia de Bane, es otro de los grandes aciertos de la cinta.
- La película bien puede interpretarse como un sutil pase de estafeta hacia otras opciones para narrar la historia, lo cual puede ser un cierre de una etapa pero no un cierre definitivo.
Lo peor:
- La película es larga y con distintos ritmos de narración, en especial la primera parte.
- El dilema de la depresión de Wayne se resuelve con dos frases de Alfred… la cosa es que ya han pasado como cincuenta minutos, ¿qué no pudo decir eso antes?.
- Y es debate antiguo, pero vale la pena señalar: si no es película para niños ¿porqué toda la publicidad está dirigida a ellos? Para los papás y mamás: Para niños pequeños es larga y particularmente confusa. Es apta para mayores de 15 años, aunque pueden entrar menores con un adulto. Por experiencia, pueden entrar niños de unos nueve o diez años que disfrutan sobre todo la última parte, eso después de que ya fueron surtidos con varias raciones de palomitas, porque para ellos es de verdad una eternidad llegar a la acción. Advertidos quedan eh?