Beetlejuice, Beetlejuice. USA, 2024.
Dir: Tim Burton
Reparto: Michael Keaton, Winona Rider, Jenna Ortega, Mónica Belucci, Catherine O´Hara, Justin Theroux, Willem Dafoe
Tim Burton tardó 36 años en hacer la secuela de su primer gran película, donde el mundo conoció su estilo gótico, fantasmal y algo retorcido, el cual le identificaría a lo largo de su fructífera trayectoria. Y la verdad es que la espera valió la pena. Un Tim Burton maduro, con mejor oficio y que sólo piensa en divertirse, nos entrega una de sus mejores películas en los últimos años.
Y es que hay que admitir también, que teníamos un tiempo si lograr volver a ver al Tim Burton de antaño. Sus últimos trabajos no son precisamente lo mejor de su carrera y su trayectoria se volvió algo desigual. Personalmente, creo que sus mejores cintas son las que no protagoniza Johny Depp, aunque hayan sido algunas de las más taquilleras.
Es por eso por lo que volver a ver a Michael Keaton y a Tim Burton juntos, representaba algo más que la nostalgia de una generación. Era un poco como volver lo andado y recordarnos dónde comenzó todo, además de actualizar una de las historias más populares de la cultura pop.
Beetlejuice, Beeteljuice, es cómo reencontrarse con las y los amigos de juventud, y conversar acerca de quién se ha casado, quién ha optado por la vida de familia, quiénes son las nuevas personas que han llegado a la vida de casa quien. Pero sobre todo, es un recordatorio de que, en esencia, seguimos conservando nuestras antiguas obsesiones, seguimos siendo el en fondo, las mismas personas soñadoras.
Y las obsesiones de Burton quedan más que claras: se trata de seguir construyendo historias góticas y fantasmales con una enorme dosis de ironía. En esta secuela, nos enteramos que fue lo que pasó con Lydia Deetz después de su experiencia sobrenatural y cómo hicieron ella y su madrastra para seguir adelante.
Por su parte, Beetlejuice siegue siendo el fantasma fanfarrón y locuaz que recordamos, además de que nos enteramos de aspectos de su origen y su relación con una misteriosa mujer que lo sigue buscando.
Michael Keaton está más que cómodo en el papel, logra llevarlo hacia una madurez que no lo distorsiona, y que nos recuerda que lo que bien se aprende, en realidad nunca se olvida. Con claras referencias y homenajes al giallo italiano y al propio trabajo de Burton, la cinta es en conjunto, entre divertida y nostálgica.
Acaso la historia de Astrid (Jenna Ortega) y su romance juvenil, sea un cuento gótico de fantasmas que ameritaba más desarrollo, pero en realidad ella y su personaje representan el avance más audaz de la historia que conocemos todos y todas. Por otra parte, Mónica Belucci y su personaje de novia despechada, quizás también ameritaba más protagonismo. Finalmente, Burton también busca reencontrarse consigo mismo y, con sus fuentes primarias de inspiración. Si alguna vez se identificó con el propio Beetlejuice, es claro que ahora es más parecido a Lydia Deetz, en especial cuando en algún momento le preguntan en la cinta:¿dónde quedó esa chica gótica que nos aterrorizaba? Es momento de superar el duelo