Este resultaría para mucha gente el mejor número de la saga debido a la intervención de la entonces joven facción de Los Perros del Mal, formada por El Hijo del Perro Aguayo y Héctor Garza, quienes hoy por hoy se encuentran en bandos contrarios. Desde la impactante portada, en la que Demon Jr. Defiende, literalmente, con uñas y dientes su incógnita de la jauría, se adivina que este será un ejemplar plagado de acción luchística.
Al comienzo de la historia se ve a Demon recibiendo muestras de admiración tras haber vapuleado a los asesinos de Mariana y perseguidores de Angélica, Pancho recoge al enmascarado y a la chica y tras su partida la gente comienza a gritar el nombre de Demon como si estuviera en una arena de lucha, pasando la acción inmediatamente a la Catedral de la Lucha Libre, en donde los Perros del Mal se enfrentan a Espartaco y Arlequino, luchadores pertenecientes al Establo ¡Ka-Boom!, a quienes derrotan sin dificultad. Al termino de la lucha, los canidos compadres comienzan a platicar sobre la aparición de Blue Demon Jr. De quien piensan, debe luchar por ganarse un lugar en el mundo de las luchas y no aprovecharse del nombre de su padre.
Pancho y Demon Jr. Tratan de calmar a Angélica, quien está inconsolable, el anciano le vuelve a tratar al enmascarado el tema de convertirse en agente, argumentando que así podría ayudar a la gente. La escena se traslada a una mansión, con gente poderosa que se presentan como los perpetradores del crimen y jefes de los asesinos, quienes toman la determinación de buscar al enmascarado que se ha inmiscuido en sus planes y lastimado a sus hombres.
Lo que sigue a continuación es sencillamente fascinante; una serie de secuencias luchìsticas que se suceden en el gimnasio en el cual entrenan Los Perros del Mal y al cual Demon Jr. Hace su arribo para iniciar su preparación, los canes no están dispuestos a hacerle el camino fácil pero, se llevan una sorpresa al haber provocado el enojo del hijo de la Leyenda Azul, quien utiliza el estilo de lucha que usara en Japón, haciendo ver su suerte a los Canes, hasta que interviene un hombre imponente y detiene al Demonio Azul, este se presenta como el entrenador de su padre: Rolando Salamanca Mendieta, que es un nombre compuesto a su vez de los nombres de los verdaderos entrenadores de Demon, que cuenta, además, con la personalidad de Black Shadow.
Cabe señalar que las secuencias de lucha están muy bien logradas y que tal y como lo señala el maestro Alberto León, verdadero decano del comic de Lucha Libre, las escenas de lucha son esenciales para un comic temático y estas servirían de respiro a la truculenta historia de crimen que pareciera el corazón de la saga pero que, con este intermedio luchìstico se demuestra que es la Lucha Libre, y el ascenso de Demon Jr. Como luchador el engrane principal de esta obra.
En La Caverna Azul hablamos sobre la visita que junto a Demon Jr. Y K!, haríamos a los voceadores como parte de la promoción del còmic, en una desmañada marca diablo…. Mejor dicho, Demonio Azul.