Bolshoi. Rusia (2017)
Dir: Valery Todorovsky
Reparto: Alisa Freyndlikh, Valentina Telichkina, Ekaterina Samuilina, Alkasander Domogarov, Nicolás Le Riche.
El nombre de Bolshoi en todo el mundo, remite de manera casi inmediata a la excelencia en el arte de la danza, y en la expresión más refinada del mundo del ballet, la música y la ópera.
Es por ello que una película filmada en Rusia con esta temática se antoja interesante desde el inicio, y es de hecho, un gran acierto incluirla en la selección de Festival de Cine Ruso, edición 2020 en nuestro país.
Historias acerca del duro tránsito de las y los bailarines por alcanzar la fama y la fortuna en un ambiente tan competitivo, siempre son del interés del público, porque ejemplifican una ruta de esfuerzo y sacrificio para lograr una meta que siempre es motivadora y emotiva en general, para las personas.
En este sentido, la película de Todorovsky no es la excepción y cumple bien con esta expectativa. La cinta nos muestra la difícil trayectoria ascendente de una chica de clase trabajadora para llegar a ocupar un puesto en la prestigiosa compañía de danza del Teatro Bolshoi.
Sin embargo, por muy obvio que parezca, la narrativa de la historia no es una línea ascendente hacia los sueños cumplidos. Continuos “flash backs” a la etapa de la adolescencia de la protagonista, combinados con historias paralelas que serán claves en el desarrollo de la historia, hacen que se mantenga el interés, aún con lo convencional del planteamiento.
Es así como conocemos la historia de Yulia, una chica para la cual el ballet no representaba una aspiración de inicio, sino el boleto de escape de una vida de pobreza, maltrato y carencias. La danza, sin embargo, le muestra que por muy refinado que sea el ambiente, las violencias al interior, la competencia y la discriminación, tendrán formas distintas, pero en el fondo son igualmente obstáculos cuesta arriba y siempre difíciles de superar.
Con actuaciones en tintes más trágicos que melodramáticos, la cinta es más sobria en su tratamiento que las tradicionales historias del camino al éxito que usualmente produce Hollywood. Vemos temas como la decadencia, el clasismo, la violencia sobre los cuerpos – en especial los femeninos, que deben responder a un inhumano estereotipo- y la competencia feroz por un lugar en la compañía, los cuales van dando giros continuos en la historia y en las decisiones de los personajes para mantener el interés.
La cinta también despliega mucho arte en las escenas de baile, donde no vemos coreografías acrobáticas, sino literalmente muchísimo esfuerzo y sobria estética sin necesidad de ser remarcada de manera constante. El arte fluye, al mismo ritmo que la historia.
Una interesante película que muestra lo parecida que es la vida a la danza y sus vicisitudes. También una destacada muestra de cine ruso que no siempre tenemos oportunidad de ver. Hay que darse el tiempo.