- Por Norma Lorena Loeza
- USA (2016)
• Dir. Andrew Coats, Lou Hamou-Lhadj
Gran revuelo ha causado en redes, el nuevo corto de Pixar con temática adulta y altas dosis de emotividad. Pixar ya había demostrado el dominio de una destacada técnica narrativa en dónde la animación consigue transmitir emociones de manera efectiva. En este caso, se trata de un western que respeta el género con todas las de la ley, con pistolero existencial y atormentado incluido, a pesar de durar solo alrededor de seis minutos.
El corto narra como un hombre recuerda uno de los momentos más trágicos de su vida, de un modo efectivo en mostrar y hacer patente la tragedia de vivir con las heridas abiertas, o de cómo entender la culpa, la soledad o la muerte.
Se dice que no hay que mirarlo sin pañuelos desechables a la mano, porque la lágrima es segura. Lo cierto es que también es una minificción destacada que rescata el uso del corto como una suerte de pequeña fabula audiovisual. Altamente recomendable, les tomará poco tiempo formarse su propia opinión. Esa es justamente la magia de la inmediatez del arte en la era digital.
https://youtu.be/OWS6DUgPkHs