
El más reciente número de la revista Proceso(1752), re reedita una importante entrevista de Carlos Monsivaís en la que habla de la persona de Gabriel Vargas, texto que también se puede consultar en su versión on line. En septiembre de 1977, Margarita García Flores, a cargo de Los Universitarios, editado por Difusión Cultural de la UNAM, realizó la entrevista.
Y es que en esta oleada de personas que escriben sobre Los Burrón, como ya habíamos puntualizado, hay que reconocer a los que siempre han estado al pendiente de la promoción de la obra de Vargas, y uno de ellos sin duda es Carlos Monsiváis, quien desde años los setenta comenzó su crónica a continuación un par de aportaciones extraídas de la revista:
- ¿Ese lenguaje de Vargas se ha ido renovando a través de los años o en cierta manera se ha anquilosado?
–Su lenguaje no responde a la creación del caló. Es, digamos, el lenguaje clásico de la provincia y de la ciudad en los años treinta y cuarenta lo que sería el idioma tradicional popular. Desde luego que ha habido una enorme renovación de la que no puede dar cuenta La Familia Burrón, pero tampoco siento que estoy hablando de un museo, aunque este lenguaje efectivamente está detenido en cuanto a la posibilidad de captación de voces nuevas, no está detenido internamente, dentro de sus propias reglas del juego es muy fluido; así, no sé si Vargas es el tipo de gente que se renueva con frecuencia. Vargas perfila un mundo y dentro de él la movilidad es extrema y la capacidad dinámica es muy alta. Ahora, ese mundo ya no es lo nuevo, lo reciente. Es un mundo que finalmente llegó a su culminación, a su deterioro y a su desvanecimiento en la época de los cincuenta. En ese sentido funciona como testimonio y dentro de él no está viendo ni cómo habla la gente de hoy ni cómo seguramente habló, si no que se está viendo una creación personal de alguien que decidió hacer hablar así a un mundo y que en gran parte obligó a ese mundo a hablar así. Pero desde luego que no estoy dándole características de museo ni de grabadora. Vargas hace una enorme invención idiomática.
- ¿Crees que a los jóvenes de hoy les pueda interesar lo que dice La Familia Burrón?
–Yo nunca he creído en el mensaje de La Familia Burrón. En cuanto a mensaje, yo creo que a nadie le interesó nunca. Si tú quienes mensaje te vas a una convención del PRI o a un sermón… Donde hay cultura popular lo que importa es la capacidad de diversión que te genere, y creo que en ese sentido la gente joven sigue funcionando, quizá no con la intensidad que en los años cuarenta o cincuenta. Hay un desgaste necesario en todo trabajo que impide que mantenga o retenga su misma capacidad de generar diversión o generar distintas reacciones, pero que sigue teniendo posibilidades de diversión, sí, las sigue teniendo.