Por Lupita y José Alberto Corresponsales de Artes9.com, en el Edo., de Hidalgo.
El viernes 25 del presente, nos llegó a nuestro humedecido refugio de Jagüey de Téllez, la orden de cubrir la nota del Festival Cultural sabatino en la pulquería La Victoria de La Villa, a dos calles del Museo de los Ferrocarrileros que bien administra don Salvador Zarco: dan comida y todo, nos auguró el mensajero. El de “ajo” y los curados, están para chuparse los dedos, nos aseguró con conocimiento de causa.
Por el recuerdo de nuestra juventud, asistimos a cumplir la encomienda muy contentos, ya que Lupita y el que intenta redactar, iniciaron su eterno noviazgo en ese rumbo, a una calle de distancia de La Victoria, en Netzahualcoyotl y Miranda, hace 47 cortísimos años, casi lloramos al estar nuevamente en esa amorosa esquina de la cual no nos olvidamos, aunque pasen y pasen los años.
El que tengamos de visita en el refugio a mi suegra de 92 años, no fue obstáculo para salir remolcándola a las seis de la mañana rumbo a la Central de Autobuses de Pachuca y llegar a la Colonia Aragón a tiempo de cubrir el evento con don Demetrio, darnos tiempo de atestiguar la peregrinación del Canal 13 y entregarle a Carolina Rocha una felicitación y un agradecimiento por su destacada Nota Pulquera de la semana pasada desde Otumba y de paso presentarle el Cancionero Pulquero. –Aclaro no vi a Carolina, y sí me cansé de buscarla-. De pilón, llevarle a don Epifanio Leyva “El Pifas” su pedido de Cancioneros Pulqueros a su negocio neutlero, la Hija de los Apaches. Por cuidar a su mamá que ya camina lento, Lupita no me pudo acompañar a las pulcatas a saborear un teoctli de Nanacamilpa, pero me deseo que me ofrecieran alguna botana, al menos.
Y sí, como dijo el mensajero, dan comida y todo. Don Demetrio me ofreció de comer y acepté, –quién no– siendo agasajado con un Rabo de Res en Adobo Empulcado, Encebollado y Avinagrado, acompañado con un arroz colorado. De tomar, se me bajó el calor con medio litro de curado de nuez y otro medio de “ajo”.
Anexo unas gráficas del evento cultural/melódico de “protesta” que estuvo muy concurrido, siendo notaria la distinción, educación y excelente comportamiento de los asistentes al evento. De lo expuesto, me gusto especialmente el cuadro de la Creación, no sé si con protesta o no, pero protesto lo necesario para afirmar que es un buen trabajo, ¡Felicidades!, a su autor.
Con El Pifas, cargué otra vez las pilas saboreando unas gorditas rellenas de chicharrón aderezadas con salsa borracha de morita y la degustación de un tornillo de octli blanco. Gracias a don Demetrio y a la mayor de las niñas de don Epifanio fue que pude cargar muy bien las pilas del amor y cumplir mis gozosos deberes maritales llegando a Jagüey de Téllez, si no es por el tlachique, a mi cuarta juventud ya no aguanto ni a redactar, menos a salir de recreo nocturno…