Siempre existe la posibilidad de que las cosas no hayan sucedido del modo exacto en que las recordamos. Y también es verdad que -cómo dicen por ahí- el lobo feroz siempre será malo si sólo escuchamos a Caperucita.
Probablemente para la generación X el sólo escuchar decir “Karate Kid” (J.G. Avildsen, 1984) sea suficiente para mostrar interés en traer de vuelta una de las historias más exitosas e influyentes de la década de los ochenta. Después de tres secuelas y un malogrado “remake” (Karate Kid, H. Zwart, 2010) producido por Will Smith y protagonizado por su hijo Jaden Smith y Jacquie Chan, la verdad es que la franquicia estaba lista para ir directo al baúl de los recuerdos.
Sin embargo, gracias a la serie Cómo conocí a tu madre (How I meet yot mother, 2000-2014) se propone una lectura diferente a la historia que todas y todos creíamos conocer bien: ¿es de verdad Daniel Larousso (R. Macchio) el niño bueno de la historia? ¿Las cosas podrían haber sido diferentes, pero no estábamos listos o listas para esta conversación?
La respuesta a esta pregunta parece estar en la serie hoy propiedad de Netflix, pero producida originalmente para You Tube, en donde la antigua rivalidad entre Daniel Larousso y Johnny Lawrence (W. Zabka) persiste hasta la adultez y se explica de muy diferentes y alternativas maneras.
Más que un “remake”, secuela o “reebot”, Cobra Kai logra lo que la crisis de contenidos en Hollywood y la mera nostalgia no había conseguido hacer con otras películas ochenteras: dejar madurar la historia y a sus personajes, abandonando sus clichés de origen y permitiéndoles construir otros.
La serie nos muestra otra vez a Larusso vs. Lawrence y su eterna rivalidad más allá del dojo. Decir que la vida ha cobrado revancha y pondrá la ocasión para un segundo round, es decir muy poco. En realidad, nos cuenta acerca de las formas en que la vida te cambia, los claroscuros entre lo bueno y lo malo, y las indelebles huellas del “bullying” que persisten aún en la vida adulta.
Bien dicen por ahí que la adolescencia es una etapa que tratarás de superar el resto de tu vida. La serie parece confirmar que incluso una vida exitosa no erradica el resentimiento y las ganas de vengarse. También que toda historia tiene dos versiones, y que siempre es importante conocer ambas antes de dar por sentado que conoces lo que de verdad pasó, o lo que crees aprendiste de todo eso.
Una trama combinada con los personajes conocidos e introduciendo nuevos junto con nuevos conflictos, logra el balance necesario para cada capítulo, narrado además con el ritmo necesario para mantenerte curioso/a e interesado/a.
Numerosas vueltas de tuerca te hacen dudar de los lugares comunes, de las anticipaciones, de lo que pensabas que pasaría. Y también de quienes son las y los buenos, malos o perdedores. La tensión es constante entre fuerza y equilibrio, pero no sólo en el dojo, sino en la vida misma, sin agregar a ello valores o descalificaciones.
Es difícil no sentir empatía por los personajes de uno y otro bando, aunque también es imposible no ver los defectos en ambos casos. Si a eso se le agrega un constante fan service, un soundtrack estupendo, peleas con coreografías espectaculares y la emoción del triunfo en el dojo y en la vida; tenemos la mesa puesta para ver a Cobra Kai coronarse como una de las series más exitosas en este 2020.
¿Están listas y listos para la tercera temporada? ¡Sí Sensei!