El cantante y compositor mexicano Mariano Wolosky nos ha deleitado con su último sencillo “Amar sin Ley” en coautoría con Mirley Cauich, el cual da inicio a su carrera como solista. Con toques country y un estilo romántico, más balada pop, el cual nos recuerda que no existen límites cuando se trata de amar y a la par, recordar amores del pasado. Y bien menciona él, que todas sus canciones claro que llevan una dedicatoria especial y sin problemas decirle a la persona que ella fue la inspiración de sus autorías.
Durante la Entrevista pudimos platicar de cómo ha sido el comenzar a trabajar como solista, así como la responsabilidad que lleva y el trabajo cuidadoso y profesional que se tiene que tener para obtener resultados tan buenos como lo hasido su sencillo “Amar Sin Ley”, claramente sin olvidar que alrededor el siempre tendrá apoyo de otras personas para llevar a cabo la producción, promoción y apreciación de su trabajo, que al final, le brinda una satisfacción muy grande.
Para la producción de este sencillo que comenzó desde marzo, Mariano nos cuenta como fue la grabación de manera internacional, con las guitarras y banjos en Estados Unidos y voz en México, esperando trabajar de la misma forma en sus siguientes sencillos, los cuales esperamos con mucha ansia ya que contarán con la participación de DaiLiparoti y un cantante sorpresa, que solo pudimos conocer y decir que es de Chiapas, saquen sus conclusiones.
A pesar de que la difusión de este sencillo no ha sido presencial, Mariano ha logrado obtener números sumamente favorecedores y espera seguir teniendo ese éxito, el cual él sabe que se ha debido gracias a las redes sociales y las plataformas de streaming, sin olvidar que mucho de esto ha sido por el apoyo del público.
Esperando su próximo sencillo que sale a finales de noviembre, principios de diciembre, nosotros continuaremos disfrutando de “Amar sin Ley” él cual nos ha hecho recordar amores del pasado y que Mariano bien nos dice dejemos en el pasado o compartir su canción para que sepa de buena música y cerrar ciclos.
Por Paulina Álvarez