Generación X
Hace poco escuché la frase de que los 90, también ya son nostalgia, para la mayoría de las personas que tenemos entre 30 y 50 años hablamos con gran añoranza y romanticismo de la década de los 80, sobre todo por la música, moda y programas de televisión que en esta década se difundían. Para los lectores de cómics esta etapa también está llena de nostalgia, aun cuando la producción y traducción de cómics internacionales (servicios como se les conoce en el medio), en la mayor parte de este decenio, digamos de 1982 a 1992, no rebasaban la decena de títulos. No para un lector de cómics en México, la verdadera década de ensueño fue la de los 90s.
Cómo ahora ya es un dato conocido en 1992 ocurrieron 3 fenómenos en los cómics que desataron un boom a nivel mundial, el primero de ellos en relevancia sucedió 19 de noviembre, cuando el Súper Héroe por antonomasia, murió a manos de un monstruo más poderoso que él. Los otros dos y que también fueron en su momento detonadores del boom en estados unidos y posteriormente en todo el mundo, fue en junio el nacimiento de una revista especializada, que desemboco en una fiebre por coleccionables, y el querer saber quiénes eran las hasta en ese entonces desconocidas caras que realizaban los cómics, hablamos de Wizard Magazine, claro. Aunado a este atrevido proyecto editorial y de forma paralela, 7 de los artistas de viñetas más famosos de la otrora Casa de la Ideas, entre ellos un artista de estilo impecable y fundador del sello Top Cow: Mark Silvestri.
Los 90 son la década marcada por la obra bibliográfica “Generación X” de Douglas Coupland, escritor canadiense, el cual englobó a todo una generación, que si bien el término X se refería los nacidos en los 60s, adultos jóvenes en ese momento, también fue empleado para describir a los que en ese momento eran adolescentes. Una generación de jóvenes que empezaron a interactuar por la masificación de la televisión por cable, los canales especializados, sobre todo de música en español, en el caso de Hispanoamérica, claro. Marcados también por eso momento geopolítico de la reconsideración del encuentro de dos mundos, de dos culturas que se hermanaban aún más por el mismo idioma, que pese a este acercamiento, seguíamos tan distantes, pues no existían las ventajas que hoy día existen en materia tecnológica, para un joven contemporáneo le resulta muy fácil el poder obtener lo que requiere mediante el avanzado comercio electrónico que tienen en Linio o cualquier otra tienda en línea, y tener en su puerta cómics, juguetes, video juegos o cualquier otro medio de transmisión de entretenimiento, les parece tan distantes, e inverosímiles nuestras historias, verdaderas odiseas para conseguir los anhelados cómics en los años 90.
Retomando el tema de Top Cow e indirectamente a la Generación X de aquel entonces. Los jóvenes empezaron a buscar en los comics tendencias un poco más oscuras, futuristas, que en pocas palabras reflejaran a la generación posmoderna que estábamos viviendo en aquel entonces.
Top Cow supo agradar a los fans del ciberpunk, el grunge, el Heavy Metal que plagaban a los jóvenes fans de Guns n´Roses, Metálica, pasando por Nirvana, hasta llegar a Motor Head, entre otros. Conceptos como los Cyborg, la magia, demonios, puertas dimensionales, la exploración de otros mundos, se hicieron más populares, sumados a una tremenda carga de testosterona y estrógenos, los cuales fueron sobre explotados por otras editoriales que así como aparecieron igual se borraron del panorama. Y en un contexto de posmodernidad en la que todos buscaban su individualidad dentro del gran colectivo que se estaba convirtiendo este nuevo modo de vida del FANDOM de la última década del siglo XX.
Sumado al oropel de la pseudo modernidad que daba la entrada de los video juegos, las películas en SGI, los primeros teléfonos celulares accesibles al bolsillo de cualquier y la masificación de la Internet. Así como la llegada de una joven nostalgia, precisamente protagonizada por los miembros de la generación X. Así con licencias como Tomb Rider, Batle of The Planets o Phatom Top Cow, como una de las piezas importante de los sellos de Image Comics. Una joven editorial que gracias a sus multiversos, en su gran mayoría supieron llegarle a los jóvenes que en el afán de buscar cosas distintas deseaban explorar nuestra tramas, querían estéticas más definidas, “el estilo de la casa” justamente, y porque no en su momento historias más maduras, como paso con muchos de los productos, de la editorial más revolucionaría de la década de los 90.