El pasado tiene sus códigos y costumbres.
– Sócrates
A exactamente un mes de comenzar La mole comic 2015 los vestigios de memorias pasadas se hacen presentes, hace unos cuantos años aún era señalado e irrisorio asistir a eventos de esta clase, todavía estaba mal visto que adultos siguieran con aficiones de niños, que se volcara la atención hacia minucias tales como lo que le había pasado a los «encapotados esos» y no a situaciones de corte nacional o noticias internacionales.
La mole ha visto al igual que muchos de sus seguidores días buenos, días malos, días memorables y sobretodo experimentado cambios acordes a la necesidad de sus propios consumidores. Si bien tiene más de 18 años de experiencia, ha ido del simple lugar de reunión de amigos que comparten una afición a una convención como se estila con los vecinos del norte.

Comencemos con el nombre, selección de uno de los personajes icónicos de Marvel del título de los Cuatro Fantásticos, desde ahí es innegable el público hacia el cual se dirige este evento; pero aún no se quiso ver limitada y abrió espacios hacia juguetes coleccionables, espacios para los artistas de cómic independiente y que también sumó lo en aquellos ayeres fue conocido como el «boom de lo japonés».
En un principio batalló en distintos lugares, hasta que encontró en el Gimnasio Olímpico Juan de La Barrera un nicho en el que quedaría albergado por varios años. Otra cosa también distinguía esa espera: las emisiones eran anuales y había que estar al pendiente de la propaganda cercana del lugar o en la tienda de cómic de confianza para estar al tanto de cuándo sería la siguiente, el acceso de aquel entonces era casi regalado comparado a lo que cuesta hoy en día, accesible a los bolsillos de los estudiantes.

De ahí fue migrando hasta que por fin su nuevo hogar la Expo-Reforma (alternando con el WTC) ha albergado su entrada a este nuevo siglo con nuevas perspectivas sobre el cómo realizar estos eventos. ¿Recuerdan que mencionaba antes que busca emular a las convenciones de E.U.A.? Para esto han pasado diversos factores que han auxiliado a esta evolución.
Consideremos primero el nuevo repunte de los cómics en la industria norteamericana gracias a las franquicias de las películas; algunos puristas se quejarán de los contenidos, de la poca falta de fidelidad ante el cómic, pero es gracias a éstas que ahora se voltea a ver a la industria del cómic. Este fenómeno ya estaba sucediendo con diversas temáticas en E.U.A. e incluso chistes de los mismos asistentes sobre la invasión del séptimo arte y la industria de los videojuegos ya se hacía tangible desde hace años.

Lo único que se hizo aquí fue seguir en parte este modelo, al traer también a grandes personalidades de la pantalla grande y departir en zona de autógrafos y conferencias. Pero eso no es todo, siempre se contaba con la presencia del grupo de autores nacionales que siguen tratando de protagonizar en la producción nacional, algunos con mayor suerte que otros, pero que habían sido olvidados en gran parte y abandonados a su suerte en espacios que a veces ni siquiera el público asistente sabía que existía.
¿Qué sucede ahora? El segundo punto es que existe la ventaja de que algunas de esas plumas son solicitadas desde antes para generar un cómic exclusivo del evento, contando con un espacio en el que se departe directo con los invitados internacionales. Además de así tener un espacio en el cual se puede compendiar las firmas de todos los invitados, esto es un producto que con los costos de añoranza de hace años no se podría cubrir.

El tercero es que el público al cual se dirige también ha evolucionado, hoy en día no se ve como una pieza minoritaria más a aquel que sabe, conoce y colecciona cuestiones de cómic; si bien sigue existiendo cierta reticencia (no olvidemos los años de rezago y vapuleo informático) pero ya por fin se escuchan pláticas, se leen artículos, se aprecian percepciones que elevan a este medio como un arte.
Ese es el cuarto punto, ese tímido repunte de la industria mexicana queriendo nuevamente emerger de entre el olvido, editoriales grandes que apuntan y apuestan por que México ha demostrado ser un gran nicho, experimentos que se espera no se desplomen y que por el contrario haga crecer el mercado brindando más opciones a los consumidores.

Muchas de estas salidas, promociones y noticias se han dado en espacios como éste, rodeado de la gente que específicamente espera con ansias esos frutos y que actualmente, sin temor a decirlo, ha logrado prevalecer en el gusto del público para buscar convertirse en la meca del cómic nacional.
Así ya no se escucha cómic, la palabra se transfigura a novela gráfica y contenidos adultos; ya no se espera a sólo colecciones, sino a piezas únicas y ediciones limitadas; ya no se apela a la calidad del joven y su característica de empatía con el personaje, se apela a la apreciación de los arcos argumentales; ya no se se trata de un producto de la cultura pop para niños, aquellos que la consumen se han convertido en una élite.

No digo que sea algo bueno o algo malo, para eso siempre los mejores jueces serán ustedes. Yo simplemente considero que las cosas cambian, las perspectivas evolucionan al igual que las necesidades; más bien comparto esta idea que dice Quino:
No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta.