El día de ayer, falleció el caricaturista Marino Sagástegui Córdoba, uno de los caricaturistas más reconocidos de México, y con más amplia trayectoria en nuestro país. Nacido el 17 de agosto de 1939, en Lima, llegó a México en 1966, ya con una carrera bien afianzada, convirtiéndose en el caricaturista editorial del periódico Excelsior. Fue uno de los más prolíficos entre los artistas de aquella época, y si bien nunca dejó de ser peruano orgullosamente, se adaptó rápidamente a los estilos del humor mexicano, y se supo adaptar sin problemas al mismo. Su hijo, Oswaldo, siguió también los pasos de su padre, y es actualmente uno de los más reconocidos del medio.
Fue también director de la revista RHumor, una de las publicaciones humorísticas que, a pesar de no ser demasiado conocidas actualmente, marcó una época en su momento, y fue bastante longeva.
Todos los que lo conocimos, y tuvimos oportunidad de trabajar con él, lamentamos la pérdida, y deseamos que su familia encuentre rápidamente el consuelo. Se le recordará con cariño.
Descanse en paz, Marino
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