The Awakening, Inglaterra (2011)
- Dir: Nick Murphy
- Reparto: Rebecca Hall, Dominic West, Imelda Staunton
- Calificación: 3/5
Suspenso británico bien construido y de hechura impecable es lo que nos ofrece esta cinta, que se puede considerar como uno de los thrillers más cuidados que hemos visto en lo que va de año; a pesar de que nos llega un poco a tarde a México y la traducción del título es tan torpe que genera expectativas en el espectador que la película no cumple.
La historia es un relato gótico de fantasmas en una vieja casona que sirve como internado. Las cosas suceden en la Inglaterra de 1921, cuando las personas tratan de superar el trauma colectivo de la I Guerra Mundial. Florence Cathcart (Hall) es una investigadora de lo paranormal, que se dedica a desenmascarar espiritistas, médiums y charlatanes, usando procedimientos científicos para probar que el más allá no existe y que muchas de esos supuestos contactos con los muertos se reducen a meros trucos de circo.
Un día, le ofrecen un caso que involucra la muerte de un niño en el mencionado internado. Es aquí cuando la cinta logra entrar en materia. Alejado de áreas urbanas y en una campiña rural, la inmensa casa es en sí misma imponente. El asunto parece un caso de histeria colectiva entre niños solitarios y alejados de sus familias que viven bajo las estrictas normas de una escuela victoriana. Sin embargo, en este ambiente los espectadores vamos conociendo lo que en realidad impulsa el verdadero interés de la investigadora por lo sobrenatural, al enfrentarse a un caso que la hace dudar de ella misma y de las creencias más profundas que tiene respecto del asunto. Punto para las creencias en lo sobrenatural y juego perdido para la el pensamiento escéptico, es una buena manera de resumirlo.
La cinta está construida alrededor de una historia interesante, actuaciones buenas por parte de los tres actores principales, una fotografía impecable en ambientes lúgubres y claroscuros, pero no es particularmente aterradora, ni logra que el espectador se lleve de verdad un buen susto o que la situación le genere el interés suficiente para llegar a un final flojo, que hace de ésta una película entretenida, pero nada más.
En ocasiones también tienes la sensación de que estás viendo un híbrido entre el Orfanato y Los Otros, sin llegar a los niveles de tensión y suspenso que ambas cintas ofrecen. Además tampoco logra algo importante: sentar el asunto en las obsesiones de los vivos que se mantienen aún después de la muerte y todo acaba resolviéndose de una manera a la que falta misticismo o dejarte pensando en el misterio de la vida y la muerte, que hubiera sido mucho muy interesante en un película como ésta.
Lo mejor:
- Hall, West y Staunton hacen gala de oficio actoral, interpretando personajes de muchos matices particulares.
- La fotografía logra encuadres grandiosos a la enorme mansión. Muchas de esas imágenes servirían para hacer postales.
- Una historia de fantasmas con final agridulce que es suficiente para muchos espectadores.
Lo peor:
- Resulta mucho más aterrador la forma en que se comportan los vivos. El maltrato a los niños, las furias no resueltas, el miedo como modo de sometimiento. Ese asunto en la película no se resuelve y se justifica de algún modo como parte de la forma de pensar de la época, quedando como anécdota morbosa a la que pudo sacársele mayor jugo para construir el ambiente de la cinta.
- Y no… no se trata de zombies o muertos vivientes. La traducción del título es pésima.
- Hay una escena en particular que le da al traste a todo. No la voy a contar, pero parece que la fórmula horror no funciona del todo bien en ambientes góticos y es más propia de otro tipo de cintas, o bien es necesario manejarla de mejor manera. La carcajada que arranca en buena parte de los asistentes a la sala de cine, parece comprobar esta teoría. ¿Acaso no pagaste un boleto para que te asustaran?