13 años después de su publicación en japonés, Tusquets Editores lanza al mercado la edición en español
Autor: Dolores Garibay
En enero de 1995, en Japón, ocurrió un terremoto de 6.8° Richter. Los daños materiales fueron muchos, se perdieron vidas humanas y a los sobrevivientes –entre ellos, el escritor Haruki Murakami- el evento los marcó de manera profunda. Cinco años después, Murakami publicó un libro con seis relatos que se ven unidos por la tragedia del terremoto.
El Puerto de Kobe, Japón. El sitio que más daños sufrió en el terremoto de 1995.
Cada relato nos cuenta la historia de personajes singulares cuya vida cambió a raíz del desastre natural, por ejemplo, en la primera narración, cinco días después del terremoto, una mujer abandona a su marido y éste debe realizar un viaje para entregar un paquete misterioso siempre con la interrogante de qué fue lo que sucedió con su esposa y cómo es que los noticiarios de la televisión sobre el terremoto la afectaron tanto. En el último relato (quizá un tanto autobiográfico) un escritor con una increíble facilidad para inventar historias, se enfrenta al bloqueo de escribir su propia vida al tiempo que intenta ayudar a la hija pequeña de su mejor amiga que tiene pesadillas con “el hombre del terremoto”. Como en todas las historias de Murakami, lo elementos fantásticos no pueden faltar; esos detalles que se encuentran fuera de la realidad (ranas gigantes que hablan, ovnis que aterrizan en pequeños poblados, Dios en un campo de baseball, premoniciones sobre la propia muerte, etc.) pero que parecen algo normal en las narraciones, dan la impresión de estar dentro de un sueño.
El estilo del escritor japonés es un poco sombrío. Todos los personajes de sus libros tiene algún misterio que los rodea, algo detrás de ellos que no se adivina pero invita al lector a realizar inferencias acerca de lo que probablemente podría ser la clave de dicho misterio.
Además de escritor, Haruki Murakami es amante de los gatos.
Después del terremoto es un libro corto, narrado con sencillez que puede leerse en una tarde disfrutando de un café.