Dumbo. USA 2019.
- Tim Burton
- Reparto: Danny DeVito, Collin Farrell, Eva Green, Michael Keaton, Nico Parker, Finley Hobbins.
La primera vez que Dumbo llegó al cine fue en 1947, siendo el cuarto de los largometrajes con los que Disney simplemente se propuso cambiar la historia de la animación para siempre y lo consiguió con creces. El simpático y tierno elefante volador pronto se colocó como uno de los favoritos del público, cuyo encanto traspasaba generaciones. Abuelos/as, hijos/as y nietos/as, por igual conocían la película y sus canciones, constituyendo un legado familiar transmitido gracias a las emisiones televisivas y el video home.
Sin embargo, Disney en esta nueva etapa quiso traspasar el legado a las familias actuales con nuevo discurso y estética, pensando en que quizás las nuevas generaciones podrían tener interés en una película que aunque distinta, conservara su esencia. Contrató entonces ni más ni menos que a Tim Burton, para que tomara la historia del pequeño elefante volador y la trajera de regreso en este siglo XXI. Burton es siempre garantía de fantasía e innovación y sin duda podría volver a contar la historia de un modo diferente y atractivo.
Sin embargo, las cosas no resultaron tan bien que digamos, y al parecer, el cálculo le falló a Disney en esta ocasión. Si bien la versión de Burton respeta los elementos sustanciales de la historia, como son la familia y la no discriminación hacia quien es diferente; la historia no pasa de ser un poco de lo mismo reviviendo la nostalgia con muy poca novedad.
Es así que ahora Dumbo no solo tiene en contra la burla por las grandes orejas y la separación de su mamá, sino que ahora además tiene que unir una familia rota, luchar contra la ambición y evidenciar el maltrato animal.
Burton construye su cinta con distintos tipos de decisiones, algunas buenas y otras no tanto. Entre las acertadas, está la de recurrir a la película original que muchas generaciones recordamos y queremos. Así vemos una recreación del inagotable amor maternal, con la música de “Hijo del Corazón” de fondo que a más de un apersona emocionó en el cine. También vemos un cuadro de actores compenetrado con sus personajes y una visión del circo sin animales y más orientado al espectáculo al estilo Freaks (T. Browning, 1932) que redondea el mensaje del aprecio por la diversidad y la no discriminación. Por ahí hay un guiño a otra escena clásica – la de los elefantes rosas- que se agradece mucho.
Entre las malas, está la falta del característico sello Burton al que estamos acostumbrados. La película cumple con buen oficio, pero esperábamos más del amo de la fantasía oscura. Algunos destellos del parque de diversiones no recuerdan a la fábrica de Wonka, al circo de El Gran Pez y algo del espíritu científico de Frankenweenie. Pero no vemos más de esa estilística del director ni en los personajes, ni sus narrativas. De hecho, cuesta creer que se trata de una película de Tim Burton.
El caso es que Disney enfrenta de diferentes modos la crisis de contenidos que le ha llevado a revisitar sus clásicos de animación en live action. Una es volver a hacer exactamente la misma película (como la Bella y la Bestia) o cambiar la perspectiva de algún personaje (como Maléfica) pero no logra resolver del todo los serios problemas que entraña actualizar el discurso y mantener la nostalgia al mismo tiempo. Quizás Dumbo no necesitaba ser renovado a una escala mayor. Y por eso les agradecemos poder volver cantar con nuestras familias en el cine “Hijo del corazón” y por no haber logrado cambiar tanto a Dumbo como para olvidarnos de ese querido momento.