The rise of Skywalker. USA 2019.
- Dir: J.J. Abrams
- Reparto: Daisy Ridley, Adam Driver, Carrie Fisher, Oscar Isaac, John Boyega, Mark Hamill, Anthony Daniels, Billy Dee Williams, Kelly Marie Tran.
Todo tiene un principio y un fin, y aunque parezca gastada la frase o un lugar común en esto de comentar sobre lo obvio, en este caso cobra un especial significado.
Aquí no solo se termina una saga – quizás una de las pocas historias en el cine que merece llevar ese nombre- en realidad termina una historia intergeneracional que tardó 40 años en completarse.
Y sin olvidar los reclamos de las y los fans por “apartarse” del sentido original de la historia, de la venta de la franquicia a Disney, de la inclusión de Jar Jar Binks, del asunto de las midiclorias y demás, no podríamos negar que todos estos tópicos no hacen más que ilustrar el gran fenómeno popular que es Star Wars y el grado de apropiación que la gente desarrolla alrededor de su legado.
Y es por ello que de antemano les digo que esta última entrega no estará exenta de polémica y desacuerdos. Si bien es verdad que ya no ofrece más expectativa que la de un cierre digno para la historia y sus más entrañables personajes, también es cierto que la enorme fan community no se conforma con cualquier cosa y seguramente encontrará cabos sueltos, caminos no explorados y hasta las contradicciones que la película encierra.
Pero hay que decir que J.J. Abrams sabía en lo que se metía, y al parecer decide concentrarse en lo que mejor le sale, cuidar -por lo menos- la despedida de final de los personajes emblemáticos y darles a los fans lo que sí les gusta: emocionantes batallas, rudos duelos con espadas láser, las aristas de la eterna lucha del bien y el mal y alguna que otra vuelta de tuerca que se lleva expresiones generalizadas de sorpresa entre el público de la sala.
El ascenso de Skywalker nos dice por fin quiénes son el padre y la madre de Rey, quién ha movido los hilos de la historia de los Skywalker todo este tiempo, nos devuelve a los lugares que recordamos a lo largo de las nueve entregas, nos despide de nuestros personajes favoritos y nos deja la luz de la esperanza prendida.
Con menos filosofía acerca de la fuerza y su balance, pero más acción y momentos propios para el fan service, podríamos decir que J.J. Abrams cumple con la tarea de dar por terminada la tercera fase la historia, que incluye El despertar de la Fuerza y El último Jedi. Y eso es importante decirlo, porque es mas fiel y coherente con estas dos últimas cintas que con la saga entera. Es decir que en este último tramo toma lo que considera más relevante de la primera trilogía, casi ignora los Episodios I, II y III, y se enfila a concluir el drama de la familia Skywalker y su ya clásica soap opera espacial, si se me permite utilizar este término.
En este recorrido, destaca el trabajo actoral y de transformación que logran Daisy Ridley Adam Driver, quizás los únicos personajes que de verdad crecen, sosteniendo el conflicto central de la película: el equilibrio de la fuerza.
Mi recomendación es ir a verla en modo entretenimiento. Recuerden lo que les gusta de la saga o de los momentos que más recuerdan. Seguramente encontrarán algo de eso que los hará sonreír. No se claven en la “esencia de la fuerza” porque ahí si la película pierde. Tampoco en buscar lo que leyeron en las discusiones de los círculos de debate sobre lo que debería pasar. Al final, no hay propuestas grandilocuentes, lo que hay es lo que verán en pantalla. Y si de todos modos, nada de eso les complace, piensen que en esto del cine, siempre nos quedará la fuerza. En ella confiamos.