Norma Lorena Loeza
BlacKkKlansman. USA (2018)
- Spike Lee
- Reparto: John David Washington, Adam Driver, Laura Harrier, Ryan Eggold, Michael Buscemi, Topher Grace, Jasper Pääkönen, Alec Baldwin, PAUL Walter Hauser.
Si algo tenemos claro a estas alturas, es que no hay ninguna película de Spike Lee que se haya filmado sin la intención explícita de mandar un mensaje profundo y poderoso en contra del racismo y la segregación en Norteamérica. Lee es un gran exponente de lo que es el cine de autor combinado con una apasionada e inamovible convicción política, y para comprobarlo, basta con echar una ojeada a su prolífica trayectoria.
En esta ocasión, nos cuenta la historia de Ron Stalworth,(Washington), un detective afroamericano que en 1972, que logra la increíble hazaña de infiltrarse en una célula del Ku Kux Klan y ganarse la confianza de David Duke, (Grace) Gran Mago y reformador separatista y supremacista del Klan.
Stalworth no lo logra solo, es gracias al apoyo de Flio Zimmermann (Driver) que logra aportar información valiosa y hasta entonces secreta, de como operaba internamente una de las organizaciones más violentas, racistas y brutales del mundo. Esta información sirvió de mucho para evitar ataques y atentados en contra de la población afroamericana y frustrar sus ataques.
La narrativa construida logra contarnos una trepidante historia de trabajo policiaco, sin descuidar la ambientación fiel a una época, sin computadoras o teléfonos inteligentes. También construye el retrato de los miembros del Klan, tan desagradables y grotescos como le es posible. Y funciona, entre otras cosas, porque evidencia de manera inteligente que el discurso de odio, es contradictorio y ridículo en su propia esencia.
Y el asunto sería divertido, si no fuera por el cierre, que como balde de agua fría, nos ubica en el presente con la terrible conclusión de que el racismo existe y sigue entre nosotros. Una película que sin duda resultará incómoda para los sectores conservadores que no terminan de encontrar diferentes amenazas a lo que considera su “derecho natural” y su “supremacia”.
Lee se cuida de elaborar una cinta que no solo se enfoque al discurso anti racial, logrando una muy bien armada comedia negra, que cumple el objetivo de lanzar dardos cargados hacia los sectores conservadores de hoy y de siempre.
Si algo hace bien Spike Lee es resultar ácidamente crítico, poner el dedo en la llaga y afirmar que aquí seguimos las y los excluidos y marginados, no hemos bajado la guardia, ni nos hemos rendido. Y la verdad es que probablemente, nunca lo hagamos. De ahí el valor de una cinta tan inspiradora como esta.