The Call of Wild. USA, 2020.
- Dir: Chris Sanders
- Reparto: Harrison Ford, Terry Notary, Dan Stevens, Karen Gillam.
No es la primera vez que la novela de Jack London es llevada a la pantalla grande, pero sí es la primera en que se usa la tecnología para recrearla con una técnica combinada de “live action” y animación CGI por computadora.
Además de ello, es protagonizada por Harrison Ford, nombre que por sí solo es suficiente para generar grandes ganancias en taquilla.
Pero los aciertos de esta película van más allá de eso. La historia de cómo un hombre rescata a un perro del maltrato y terminan siendo presencias importantes el uno para el otro, es en sí misma conmovedora y asombrosa.
La película está ambientada en el Yukón canadiense en 1890 durante la fiebre del oro. Los perros de trineo eran muy codiciados por lo que constituyen un recurso muy valioso. Ello no impide que también sean explotados y obligados a trabajar hasta morir.
Sin embargo, la historia no se reduce al tema del agradecimiento y lealtad. Pronto el perro reconoce su primario instinto que lo emparenta con los lobos, sin olvidar que le debe su vida y fidelidad al hombre solitario que le acogió y protegió.
El perro termina por ser un expresivo personaje gracias a la técnica de animación, que logra una gran replica al mismísimo Harrison Ford. Al final, la cinta nos obliga a cuestionar donde esta la esencia de lo que amamos y de nuestros más profundos y básicos sentimientos.
Ello combinado con escenas panorámicas que muestran la belleza del Yukón, las montañas, los ríos y muchos lugares de ensueño, hacen de la película un relato entrañable que provoca risas, emoción y sorpresa en el público.
Finalmente, la película también permite establecer relación con un discurso muy actual sobre volver a lo básico, reconocer el instinto y entender que en el fondo a los seres que son cercanos, no los define más que el corazón. Muy recomendable.