- Por Gustavo Martínez
- Fotos Bernardo Soto
Era 1978, no recuerdo la fecha, solo recuerdo que venía precedida de ser la película más taquillera del año. En ese entonces las películas se estrenaban meses después que en su país de origen.
Así que un domingo por la noche, mi hermano y su esposa decidieron llevar a mi sobrino al cine y me invitaron. Y nos fuimos a ver “La guerra de las galaxias”, nada de Star wars, ni nada de eso, era “La guerra de las Galaxias”.
Lo primero que recuerdo es haber entrado a la sal de cine con la película ya empezada y ver salir de una esquina de la pantalla, una enorme nave triangular. Lo único que pensé fue “¿Cómo filmaron eso?” porque la nave salía y salía y no terminaba nunca.
En ningún momento pensé, (y no creo queni Lucas) que “La guerra de las Galaxias” se convirtiera no solo en una película de culto, sino en todo un fenómeno social de la industria del entretenimiento. Sobre todo porque estamos hablando de una época donde no existía el internet, ni ningún otro medio de comunicación instantáneo. Se veía la película y no volvías a tener noticias sobre ella hasta meses después.
Sin embargo, un medio si le dio cabida: el comic.
A los pocos meses de estrenada la película apareció una rareza: en los puestos de periódicos encontré la adaptación de la película en un título de Editorial Novaro: “Clásicos del Cine”. Exactamente lo que están pensando: los comics de Marvel ahora editados y traducidos para el público mexicano.
De “Clásicos del cine” La Guerra de las galaxias pasó a “Domingos Alegres” y cada mes se publicaron sus aventuras, y obviamente, las adaptaciones de las 3 películas que componen la primera saga. Que si la edición era mala, que si el tamaño era una miseria, que si… nada; uno no se fijaba en esa minucias, uno era fan y se conformaba con lo que hubiera, porque era muy poco lo que existía. No había exigencias, solo el disfrute de lo que aparecía.
A principios de los años 90, con lallegada de las tiendas de comics, conocí las ediciones de Dark Horse, los comics que formaban el llamado “universo expandido”, y que la verdad, eran maravillosas. Imperio oscuro, heredero del imperio, tales of The Jedi, se convirtieron los siguientes clásicos que mantuvieron con vida el mito de, ahora si, “Star Wars”. Allá alo lejos quedó la guerra de las galaxias, ya nadie la llamaría así otra vez.
Los comics eran el sustento del fan, no había más información que esa y las revistas “especializadas”. Con la llegada del siglo XXI y el advenimiento del Internet y el estreno de los episodios 1,2 y 3, las series animadas, los videojuegos, etc., los comics pasaron a un plano secundario. Sus historias no dejaron de ser interesantes, pero ya no eran el foco de atención.
Es hasta que Marvel Comics consigue los derechos que los comics de Star Wars que estos recuperan fuerza. Y en nuestro País, es Panini comics la encargada de traducirlos y distribuirlos, de ponerlos en las manos de los Fans.
Ya con Títulos como Star Wars Legends, Star wars The Dark Side y Star Wars the Light Side, se había abierto el camino pero a partir del 20 de mayo, Panini pone en circulación la serie base de “Star Wars” que dará pauta a la película que se estrena en diciembre.
Esta nueva serie contará con 4 portadas variantes, y que en pocos meses se verá acompañada por las miniseries de Darth Vader, Princess Leia y Star Wars Rebels: Kanan y por la reimpresión en nuevo formato de las adaptaciones de los 6 episodios cinematográficos anteriores.
En una palabra, de aquí a Diciembre, Panini comcis mantendrá la llama rebelde encendida, para que los nuevos y los no tan nuevos fans de Star Wars volvamos a vivir cada semana con las aventuras de Luke, Leia y Han, quienes otra vez volverán a ser personajes de nuestra vida cotidiana, por eso solo podemos decir lo mismo que Han: “Chewie, we’re in home”.