México, 2022.
Dir: Ida Cuellar.
Para la natural curiosidad humana, no hay nada más seductor que un misterio. Todo asunto sin resolver forma parte de la mitología moderna que nos hace recordar, que si bien hemos avanzado mucho en conocimiento científico y tecnológico, es soberbia pura el pensar siquiera que podemos explicarlo todo.
Este documental es un ejemplo perfecto de cómo funcionan estas legendarias historias que se convertirán en los hechos que dejan marcada a una generación entera. La historia del dr. Grinberg, es uno de esos asombrosos misterios que existen – y sólo pueden existir- en un contexto determinado lo que la hace todavía más asombrosa.
Ida Cuellar, la directora de este interesante documental, tiene el cuidado de dejar que la historia fluya, de recoger testimonios y de dejarle al público las conjeturas, que no son pocas, ni simples. Desde el inicio, queda claro que esta será una historia compleja que exigirá concentración para entender, y quizás resolver, el profundo misterio de saber qué pasó en realidad con el dr. Grinberg.
Jacobo Grinberg, era un psicólogo que se especializó posteriormente en un complejo campo de conocimiento, tratando de descubrir cómo funciona la conciencia y cómo percibimos la realidad. Sus experimentos trataban de demostrar el funcionamiento de procesos como la telepatía y la percepción extrasensorial.
Estos estudios en realidad recogen el sentir de una generación, que caminaba hacia el new age, las drogas sicodélicas y la búsqueda del sentido de la vida en las filosofías ancestrales, ya fuera la meditación o la sabiduría chamánica.
Pero Jacobo Grinberg desaparece sin dejar rastro en 1994. Las versiones de familiares, amigos/as y colegas de trabajo, son las que nutren este interesante documental, que no busca solucionar el misterio, sino construir un relato coral, plagado de supuestos, que hacen al hecho de la desaparición misma, todavía más fascinante.
Y es que habría que admitir que la desaparición del dr. Grinberg, sería sólo un expediente sin resolver, de no ser porque nos sumerge en el misterio de las cosas que investigaba: cosas como el alma, la percepción, la conciencia o los universos paralelos.
Mucho más que un reportaje, con el mismo misterio que un thriller y con la misma sacudida ante la curiosidad por lo desconocido, el documental cumple con los parámetros de un género cinematográfico: logra contar una asombrosa historia utilizando un lenguaje visual y narrativo que a nadie deja indiferente.
Puede que al final no resolvamos el misterio, y tampoco que nuestras conjeturas personales se modifiquen frente a nuevas evidencias. También es posible que al final, quizás nunca sabremos si Grinberg encontró lo que estaba buscando. Pero no deja de ser un gran tema para una cinta, y es por ello que salimos de la sala, agradecidos por haberla visto y convencidos de que la vida es eso que pasa, mientras nos hacemos un montón de preguntas.