Rubén Lara, creador gráfico de Fantomas, la Amenaza Elegante, es uno de los dibujantes mexicanos de mayor calidad. Su trazo es impecable, de línea fina y estilizada. Sabe todos los secretos del noveno arte, y a través de los años a conseguido tener una legión de seguidores que admiran su trabajo en la historia del cómic mexicano. Recientemente fue homenajedado por la gente de Punto Cero en la casa de Cultura de Tepito.
“A los 14 años comencé en Nota Roja”
¿Dónde y cuando nace Rubén Lara?
“Nací en la Ciudad de México en la colonia Obrera. Desde niño me atrajo el mundo de las historietas, desde muy joven me gustó el dibujo y empecé haciendo mis propias historietas, sobre todo de fútbol, que era el deporte que practicaba”.
¿Cuál fue la primer incursión seria dentro del medio?
“En 1948, a los 14 años conseguí trabajo en la revista ‘Nota Roja’, haciendo un personaje que se llamaba, bueno que yo bauticé como ‘Azulito Azulejo Súper Detective’, era una historieta muda en la que hacia cualquier chiste. La estuve realizando por el plazo de un año, y de ahí en adelante me dediqué a buscar trabajo en historietas más serias, estaba una revista que se llamaba ‘Tesoros’, ya ahí elaboré unas pruebas que nunca vieron la luz, porque el General Valseca en ese entonces le quitó todo el personal a esa publicación y se los llevó a sus revistas. Al irse los dibujantes, aquella editorial, que no recuerdo el nombre, cerró hasta sus talleres”.
¿Pero entonces fue cuando iniciaron sus grandes éxitos?
“Seguí buscando y después empecé a trabajar para ‘Pepín’, en donde hice algunas portadas ya en sus últimas épocas. Después a Editomex, tenía 21 años, y en las revistas mensuales, fue en la que inicié formalmente mi trabajo. Estuve en historietas serias, en las revistas mensuales, como es el caso de ‘Cárcel de Mujeres’ y otras revistas románticas que tuvieron mucho éxito compitiendo directamente con las de Herrerías, y con ‘Lagrimas, Risas y Amor’. La transición a Novaro fue paulatina pues al mismo tiempo llegué a estar en tres editoriales: La Prensa, Editomex y Novaro.
La etapa de Fantomas y Duda
¿Y cómo inició en Novaro?
“Por mi estilo me pidieron que me ocupara en historias como las de ‘Mujeres Célebres’ y ‘Estrellas de Deporte’, y de repente un día que me tocaba hacer Fantomas para ‘Cuentos Clásicos’. En ese entonces, Alfredo Cardona, que era el director de revistas de la editorial, me pidió cuatro números, pero cuando leí la trama, me di cuenta de que podría ser una historieta seriada, aún cuando sus escritores no estaban muy familiarizados con ellos. Me refiero que no tenían idea del potencial, o bien el estilo se les hacía algo diferente y raro, la historieta iba a ser un verdadero hito, yo lo sabía desde el primer número. Por algunas razones sólo hice tres números y entró Víctor Cruz Mota, el cual hizo algunos otros episodios de la serie que continuó en esa revista, afortunadamente para mí, Guillermo Mendizábal, pidió que regresara a trabajar. Las historias tuvieron tal éxito que se consideró el hacer una revista de Fantomas en exclusiva, se acordó con los dueños y editores darme un porcentaje, aun a sabiendas que en ese entonces no se estilaba en las compañías hacer eso, ya que más que nada se trataba de un pago simbólico. Yo lo que más deseaba era que se reconociera mi trabajo. Se acordó que a los 100 mil ejemplares se vería qué se hacía con mis regalías, pero el día que me enteré, no paso nada, me molesté y salí de la editorial”.
¿Qué pasó con tu carrera?
“Molesto, regresé a Editomex en donde me ofrecieron hacer una historia de autor, entonces yo quería hacer algo que compitiera directamente con Fantomas, y fue ahí donde cree el personaje de El Comodín, sólo se vendió hasta el número 16. No funcionó quizá por la distribución o porque no gustó tanto. En esa misma editorial realicé la adaptación de la exitosa telenovela ‘Simplemente María’, con buena respuesta. De ahí, pasé a Editorial Posada, donde estaban sacando la revista ‘Duda’ que empezaba a despuntar. Entré en el número 16, y estuve cerca de 5 años. Podemos decir que la hice en la época en que tuvo más éxito. De ahí, empecé a trabajar el medio tono y me contraté para la Editorial Proyección, con el señor Enrique Flores, y realice la revista ‘Rebeldía’, que tuvo un éxito bastante considerable al principio. Sin querer, mi carrera daría otro salto, puesto que pasé a Editorial Vid a hacer ‘Samurai’, personaje creado por Felipe y Juan Arcos, mismos que lo estaban realizando, pero como se habían echado tantos compromisos, les era difícil hacer el trazo de la misma. Tomé los lápices en el número 18, podemos decir que fue de las historias más largas que he realizado. En la actualidad ando con varios proyectos. Esta es una breve historia resumida de mi persona.
En la próxima entrega Rubén Lara nos comenta de su labor en cada una de sus obras, y platicaremos más a fondo del personaje que lo encumbró: “Fantomas”.