- Norma Lorena Loeza
Errementary. España, 2017.
- Paul Urkijo Alijo
- Reparto: Kandido Uranga, Eneko Sagardoy, Uma Brancaglia, Ramón J. Aguirre, Gorka Aguinagalde, Itziar Atuño.
Pocas veces pensamos que el origen de las historias más aterradoras en la historia de la humanidad, se produjeron al calor de una fogata o chimenea y que tenían por objeto establecer las bases éticas del bien y del mal, usando como recurso pedagógico el temor a la maldad, a lo desconocido, a la soledad y la muerte.
Es por ello que esta singular película de tan básica, resulta en toda una agradable sorpresa de cómo volver al horror en su esencia primordial, incluso de cómo en la construcción del lenguaje cinematográfico se sacrifica el sobresalto y efectos especiales por diálogos reveladores, iluminación, sombras, maquillaje, vestuario y actuaciones sobrecogedoras.
Otro elemento destacado es el uso del euskalki (variante dialectal del euskera) lengua que se considera extinta, y que proviene de las regiones rurales en que se origina esta leyenda. Es así que cuando decimos que recupera una profunda tradición oral, lo decimos en serio y con amplio reconocimiento por el esfuerzo de colaborar en esta importante tarea de recuperación cultural.
La cinta representa la ópera prima de Paul Urkijo Alijo, que hace su debut como director arropado ni más ni menos que por Alex de la Iglesia – entre otros- en la producción. Ni que decir, que seguramente De la Iglesia supo reconocer el potencial de este relato y su audaz estrategia de filmación, amén del lúcido humor negro, que como sabemos, le encanta.
La cinta nos cuenta una antigua leyenda, acerca de un viejo herrero temido por todo un pueblo y del que se decía tenía un pacto con el demonio. El herrero había sobrevivido a la cruenta guerra civil de 1833, pero su esposa había muerto en circunstancias sospechosas. Todos los robos, asesinatos y calamidades se atribuían al temido personaje. En este escenario, dos son los elementos que detonan el desarrollo de la historia, una pequeña niña huérfana – que no cree en el infierno- logra entrar a la vivienda para descubrir que el demonio existe, a la par que un misterioso visitante, llega al pueblo con la intención de encontrar el oro que se decía, tenía escondido el herrero.
Al más puro estilo del cuento fantástico, la narración nos lleva hacia oscuros recovecos para aprender una valiosa lección: nunca nada es lo que parece. Y no es que el demonio no exista, es que nos cuesta creer que está entre nosotros y que le resulta tan fácil aprovecharse de nuestras debilidades.
La cinta fue ganadora del Premio del Público a la Mejor Película en la 28ª Semana del Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. En el Festival de Sitges 2016 debutó con buenas críticas. En México podemos verla gracias a la plataforma en Netflix, aunque hubiera sido bueno verla en salas comerciales. Altamente recomendable para estas tardes de octubre previas al día de muertos, porque seguramente más de una persona, va a recordar los cuentos que la abuela les contaba antes de dormir y para no volver a portarse mal.