Norma Lorena Loeza
Suicide Squad. USA (2016)
- Dir: David Ayer
- Reparto: Will Smith, Margot Robbie, Cara Delevingne, Viola Davis, Jared Leto, Jay Hernández, Karen Fukuhara, Jim Parrack, Joel Kinnaman.
El verano no podría cerrar sin la última cinta de superhéroes que vendría acompañada de altas expectativas, un pleito entre distribuidores y exhibidoras y la obsesión de ver al heredero del mítico Joker de Heath Ledger en acción.
Todos esos elementos puestos en la mesa, finalmente nos remiten a una ley no escrita para estas grandes super producciones: cuidado con inflar expectativas en temas donde la audiencia es clavada y conocedora. Y si bien tenemos estos villanos de comic en su versión pop para público adolescente, la verdad es que no se necesita ser crítico conocedor, ni experto en comics para darse cuenta que a la cinta le falta algo y que DC Comics está en serios problemas para llevar a cabo su ambicioso proyecto de unificar su universo en versión cinematográfica y sacar adelante la versión fílmica de la Liga de la Justicia.
La cinta retoma una antigua serie de comics, en donde malvados villanos son convocados por el Gobierno de Estados Unidos para colaborar en misiones secretas que por su complejidad se consideran suicidas. A cambio de ello recibirían rebajas en sus condenas o algunos beneficios como pago por sus servicios.
Es así que en esta cinta conocemos a algunos de los integrantes de ese escuadrón. Nos situamos en tiempo poco después de la muerte de Superman y con el mundo desprotegido de amenazas terrestres, como los terroristas, o sobrenaturales o extraterrestres. El primer hueco narrativo importante es dónde están los super héroes vivos y porqué de momento reina esa sensación de indefensión que lleva a tomar la extrema decisión de echar mano de los peores villanos, en una misión que es de hecho suicida para el propio gobierno de los Estados Unidos. Algo sabemos de eso en la escena post créditos, pero es insuficiente para sostener todo el argumento sin mayores explicaciones.
La premisa, sin embargo, resulta interesante, porque los villanos siempre resultan ser grandes personajes : amorales y cínicos, se permiten libertades que a los héroes les conflictúan. Además de ello, esta versión incluía ni más ni menos que a Harley Quinn (Robbie) la obsesión sentimental del Joker (Leto) y que prometía el regreso del célebre payaso demente a la pantalla grande, después de la memorable actuación del finado y ampliamente reconocido Heath Ledger.
Y si bien la aparición de Leto es tangencial con muy pocos minutos en la pantalla, ello no obsta para centrar en esta actuación las opiniones generales sobre la película. Y al igual que con las críticas a Ben Affleck por Batman vs Superman, el problema no es Jared Leto.
La enfermiza relación de Quinn y el Joker queda reducida a algunos flash backs y a una versión edulcorada de romance entre maleantes. Algunos chistes pop dedicados básicamente al público adolescente, hacen de Quinn un personaje locuaz y divertido que de hecho junto con Smith y Davis se consolida como lo mejor en términos actorales de la película.
Leto hace un buen trabajo al aparecérsenos sicótico y demente, pero las fugaces apariciones sin carga dramática verdadera acaban por minimizar su enorme esfuerzo al construir el personaje. No es el peor Joker que hemos visto. Es el más fuera de foco en realidad y apenas 10 minutos en pantalla no alcanzan para apreciar lo de verdad conseguido por Leto. Una lástima.
Pero la cita no sólo no funciona porque hayamos visto poco al Joker. No funciona porque esta premisa de amor y locura que también alcanza a Froster y Encantadora, al Diablo y su esposa y a Katana y su espada, no termina de cuajar debido a la mala construcción de personajes tan complejos. Esa podría haber sido una gran línea que se diluye en medio de la urgencia por presentar la batalla y los efectos especiales que costaron tanto.
Es claro que veremos más y el asunto no está del todo perdido. Sin embargo, cualquier proyecto fílmico con características tan complejas debería privilegiar la coherencia del relato antes que el look de los personajes. Terminas por tener un filme en donde todos se ven bien, pero no entiendes del todo lo que están haciendo.