Por Lupita y José Alberto, corresponsales en el Edo., de Hidalgo
De acuerdo a los datos de la Enciclopedia de Municipios del estado de Hidalgo, la denominación de Epazoyucan y su toponimia es uno de los pocos nombres que se han conservado intactos, ya que en lengua náhuatl, significa: “Lugar de mucho epazote” o “Lugar que pertenece al epazote”, siendo Yutl, “lo que pertenece” y Can “lugar de”.
Epazoyucan, poblado antiguo, cuya formación data del año 1540, cuando se establecieron los frailes agustinos en este lugar e iniciaron la construcción de la iglesia dedicada a San Andrés finalizada en 1562, pero ya desde 1528, predicaban los franciscanos de Texcoco y posteriormente los de Zempoala.
Para comprender a un pueblo, es necesario conocer su origen y estudiar su evolución a través del tiempo, es por ello que se debe considerar el pasado del cual se tienen antecedentes documentados por historiadores y arqueólogos, y, de acuerdo a la Enciclopedia de Municipios, los documentos históricos nos indican que no hubo luchas violentas en el pueblo de Epazoyucan para resistir la conquista de los europeos. Tal parece que al rendirse los gobiernos del centro se aceptaron allí también las nuevas autoridades, en realidad, la conquista de estos lugares, se debió más a la obra de los frailes que a la de los soldados.
Antes de la llegada de los españoles, el área que ocupó el Estado de Hidalgo incluyendo al actual municipio de Epazoyucan, quedó bajo el dominio de Teotihuacán debiéndose esto principalmente a que proveía de una importante materia prima: La obsidiana, que todavía se produce en el cerro de Las Navajas, cercano a esta población, y Teotihuacán se encargaba en ese tiempo, de distribuirla a una gran parte de Mesoamérica.
Actualmente, encontramos en cada feria regional, puestos ofreciendo una inmensa variedad de figuras de obsidiana de Epazoyucan, entre vitrinas artesanales, vestidos típicos, tejidos y barro de esos rumbos.
Otra de las grandes culturas que influenció definitivamente a esta región fue la Mexica, con quienes practicaron un intenso comercio y sus mercados fueron famosos dentro del imperio, además, los naturales de este lugar, eran magníficos artesanos, orfebres, lapidarios, escultores y carpinteros.
El pueblo de Epazoyucan se encuentra ubicado dentro de la región de Pachuca y está a 21 kilómetros de distancia de la ciudad capital, pasando la capital gastronómica del estado: Pachuquilla (Mineral de la Reforma), rumbo a Tulancingo, cuenta con un interesante e importante Museo Arqueológico anexo a la iglesia/convento, tienen un zoológico (Tuzoofari) muy moderno y con costo en su entrada; igualmente un Balneario y otros centros recreativos. También cuenta con varias elevaciones para el excursionismo como “La Mesa”, “El Balcón”, “El Castillo” y “Cerro Alto”, con promedio de altura de 2,700 metros s. n. m., entre otros atractivos turísticos cercanos.
Dejando atrás Epazoyucan, rumbo a Tepeapulco y Singuilucan, Hgo., está el milenario pueblo de Santa María Tecajete, municipio de Zempoala. Casi a las faldas del extinto volcán El Tecajete. Estos parajes abrigan el lugar que el padre Francisco Tembleque, seleccionó en 1543, para tomar agua de sus manantiales e iniciar los acueductos: Tecajete- Zempoala y Tecajete- Otumba que finalizó en 1552, el primero y en 1560 el segundo. A la fecha, existen los dos íntegros y en remodelación, gracias a la preocupación de un Patronato de hidalguenses, productores de pulque principalmente, encabezados por el Ing. Gil Navarro.
–Por cierto, la señora de la fonda donde comimos unos ricos chiles xalapeños rellenos de queso, que nos hicieron recordar los de Coatepec, Ver., nos comentó que el jagüey de San Francisco Charco Prieto, que surte de agua a Tecajete, está secándose (agotándose), por lo que últimamente, sufren mucha escases del invaluable líquido.
Ahí en Tecajete, se encuentra todavía, la famosa Hacienda pulquera Santa Rita, (Guadalupe de Santa Rita de Arriba, nos dijeron algunos amigos), propiedad de don Jesús Ramírez y que por muchos años privilegió diariamente a las pulquerías de la ciudad de México con tres furgones de ferrocarril del rico néctar de los dioses, que era enviado desde sus tinacales y codiciado por todos los pulqueros en la Aduana de pulque de Peralvillo, primero, después en la de Pantaco y al último en Cuauhtepec Barrio Bajo, al seleccionar el producto que expendían en sus negocios de los años 40 a los 80, y que al ser de Santa Rita, era garantía de calidad y pureza. Esta renombrada casa, Real productora del neutle, fue administrada un tiempo por don Martín Ortega Mendoza, originario de Tecajete y que accedió a platicar con los enviados de Artes 9, proporcionándonos datos que fueron de mucha utilidad para elaborar la nota.
El motivo principal de visitar Tecajete, era conocer El Museo del Maguey “El Caporal”, creado en memoria de un personaje importante de Santa María, apellidado Ramírez Montaño, que se distinguió, entre otras cosas, por ser defensor y promotor de la cultura pulquera toda su vida, desafortunadamente estaba cerrado, pero es buen pretexto para volver a ese histórico púeblo y deleitarnos con los ricos tlacoyos de la familia Valencia, ahí, junto al jardín y comprar unos chinicuiles mientras saboreamos un delicioso pulque blanco con don Lalo, “El curandero”, en su casa/tinacal/tienda/consultorio, que se encuentra en la salida a Singuilucan, frente a la tienda de don Martín.
¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, LUPITA!!