Vale la pena iniciar esta participación señalando que Flash no es el único cómic en el que la mancuerna compuesta por Danny Bilson y Paul DeMeo ha trabajado, ya que en el mercado norteamericano ha estado circulando desde hace un año su excelente miniserie Red Menace, bajo el sello Wildstorm, que forma parte de DC Comics. Te la recomendamos bastante, pues además de estar muy bien escrita, se encuentra ilustrada por el genial Jerry Ordway, quien realizó en 1989 la preciosa adaptación en cómic de la película Batman, que en ese entonces fue publicada por Editorial Vid. Ahora es momento de retomar el tema de la vez anterior, para seguir platicando un poco sobre la serie televisiva dedicada a Flash, que Bilson y DeMeo se encargaron de escribir en los años noventa. Para empezar, cabe destacar que The Flash contó con la asesoría de profesionales del cómic, como el talentoso artista Howard Chaykin (American Flagg!, Black Kiss, Blade), quien también llegó a escribir algún capitulo de la serie.
Además de Chaykin, The Flash tuvo a su servicio a Dave Stevens, creador del personaje Rocketeer, dibujante famoso por su dominio de la figura humana y su detalle (especialmente por sus fabulosas mujeres), quien se encargó de diseñar el uniforme del Velocista Escarlata, que hoy en día permanece como uno de los mejores logrados en el género de los superhéroes, ya sea en cine o televisión.Por si fuera poco, en esta producción, Barry Allen (que más bien era una mezcla de Jay Garrick, Wally West y el mismo Allen) se dedicó a correr las oscuras calles de Keystone City acompañado por un tema musical compuesto por Danny Elfman, responsable de la partitura de casi todas las cintas del director Tim Burton, así como del famoso tema de The Simpsons.
Para cerrar con broche de oro, esta serie se dio el lujo de contar con Mark Hamill (el mismísimo Luke Skywalker de Star Wars) en el colorido papel de The Trickster, así como con la hermosa Amanda Pays, quien dio vida a la científica Tina McGee, actriz que había saltado a la fama gracias a la serie televisiva de culto Max Headroom.
Los efectos especiales de la serie, realizados por parte del equipo que trabajó en la serie V, conocida en México como Invasión Extraterrestre, así como una dosis adecuada de humor (ejemplo de ello era la terrible hambre que atacaba a Barry Allen después de gastar grandes cantidades de energía, o los problemas cotidianos que conllevaba el moverse a grandes velocidades), y la presencia carismática de John Wesley Shipp, hicieron de The Flash una experiencia bastante agradable para pasar el rato frente al televisor.
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