Fuga, Cortometraje de animación, estará dentro de los nominados a los premios Goya, uno de los más importantes de la cinematografía hispana. El proyecto de Fuga nace en el año 2009 a raíz de una conversación entre Juan Antonio Espigares (director y guionista) y Arturo Díez Boscovich (compositor musical), con la intención de crear una pequeña obra con un marcado sentido operístico, carente de diálogos y con la música sinfónica como principal hilo conductor.
Partiendo de esa premisa, y lejos de desear un simple y vacío delirio audiovisual, se elaboró una historia que tuviese la contundencia narrativa necesaria para no verse subyugada por la omnipresencia musical.
La principal peculiaridad de esta producción ha sido el propio proceso creativo para llevarla a cabo, donde el desarrollo cronológico habitual se ha visto alterado en pro de uno más orgánico e inspirador, dada la naturaleza del proyecto. Así pues, con el guion ya finalizado, se procedió a crear una escaleta detallada que marcase los tiempos, intenciones y variaciones emocionales de la historia. Dicha escaleta, junto con el guion, fueron las dos únicas herramientas con las que se contó para la composición musical, que fue escribiéndose y perfeccionándose a lo largo de 4 meses, como si de la composición de una ópera basada en un libreto clásico se tratase; sin ningún tipo de ilustración o diseño que pudiera influir en la mente del compositor.
Una vez finalizada y orquestada la composición musical, que hasta ese momento había sido interpretada únicamente a piano por el maestro Boscovich, se planificó la sesión de grabación con la Orquesta Filarmónica de Málaga, sin tan siquiera contar con un solo segundo de metraje realizado.
En el eterno debate sobre la dualidad fondo-forma, existente desde la invención del cine, poca duda cabe que, en la producción de Fuga, la forma se ha basado en su totalidad en el fondo, pues sólo cuando el guion y la música estuvieron finalizados (entre ambos, fondo indiscutible del proyecto), comenzaron las tareas de diseño y animación. Tres años ha llevado al equipo de Fuga encontrar y finalizar la imaginería visual idónea para el fondo creado, desde el diseño de personajes y entornos hasta el estilo de animación, que incluye una combinación de infografía, técnicas tradicionales y rodaje con fotografía real.
Fuga, dentro de los Goya
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