Sin duda uno de los deportes mas populares en todo el mundo es el box, que siendo uno de los mas antiguos, se mantiene prácticamente sin cambios.
Esta popularidad del box no le ayuda mucho en el cine, ya que frente espectaculares a cintas de artes marciales o coloridas de lucha libre, las películas de box son poco menos que escasas y poco populares. Hugh Jackman hace una muy buena pelí sin duda.
Sin embargo, en 1976 una producción titulada Rocky, protagonizada por un casi desconocido Sylvester Stallone, rompió este estigma, colocando al actor y al personaje en los cuernos de la luna.
Racha que duro cinco filmes y 14 años, tras lo que el box desapareció como eje central de la pantalla grande, al menos hasta 2007, año en que Stallone volvió a ponerse los guantes para cerrar el ciclo de Rocky (al menos hasta ahora) en el cine.
Este año el box vuelve a los cines como estelar con una nueva premisa, boxeo entre robots.
¿Que podría esperarse de esta cinta protagonizada por un mutante, un joven Dios Asgardiano y una chica perdida?… Seguramente pensaran en una cinta donde se combina Rocky, Transformers y The Champ.
Pues nada mas lejos de la realidad.
Gigantes de Acero (Real Steel), basada en el cuento de Richard Matheson de 1956 llamada simplemente Acero (Steel), de protagonizada por Hugh Jackman, Dakota Goyo y Evangeline Lilly, es una producción emotiva, emocionante y muy humana.
A pesar de que el box y los robots son el eje de la historia, los sentimientos están a flor de piel, donde se descubren, reencuentran y fortalecen los lazos afectivos de los protagonistas a lo largo de la historia.
Si bien, muchas escenas se prestan para la referencia obligada y el gag a otras cintas, no las encontraran, aunque seguramente surgirán en la mente del espectador y no en la cinta.
Vale también la pena echarle un ojo a la tecnología y los gadgets (cortesía de hp) que aparecen en la producción, ya que como esta ubicada en el futuro (aunque ahí si, le hubieran dado un margen mayor a nuestra época), es como un avance de lo que podemos esperar tener muy pronto, les adelantamos, transparencia tecnológica (¿acrílicos inteligentes?).
Una película que no deben perderse (y no esperen que al final, final, final, aparezca Optimus Prime reclutando al robot protagonista, nada que ver) y recuerden que leer un comic diario, mantiene una imaginación sana.
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