Norma Lorena Loeza
Joker. USA (2019)
- Dir: Todd Phillips
- Reparto: Joaquín Phoenix, Robert De Niro, Zazie Beets, Francis Conroy.
Ya desde algún tiempo, se vislumbraba que este 2019 quedaría marcado en la memoria como el “Año en que vimos Guasón”. Su sorprendente paso por el Festival de Venecia, que le valió el codiciado premio del León de Oro a Mejor película, puso a Todd Phillips en la mira de todo el mundo, pasando de ser un director de comedia ligera, a uno de culto, gracias a la estatuilla y a la muy sorprendente ovación de varios minutos que recibió por parte de la crítica y asistentes al festival.
El asunto no era para menos. Considerado un subgénero dentro del cine de acción y aventuras, las películas basadas en personajes de cómics, han enfrentado duras críticas, en donde se les ha acusado incluso de acabar con el cine en su expresión más artística, para suplirlo con deslumbrantes producciones orientadas al entretenimiento y que sólo tienen como propósito generar grandes ganancias en taquilla.
Es así que por primera vez, una historia inspirada en un villano de cómic, lograba lo impensable: el reconocimiento de la crítica, de la amplia – y exigente- Fan Community y del público en general, a través de un historia violenta, oscura y ácida que por primera vez no tiene como objetivo principal vender juguetes y disfraces, sino hacernos reflexionar sobre la deshumanización de la sociedad contemporánea.
Ni qué decir que lo logra con creces. El personaje, que si bien está basado en el cómic, pero no es del todo fiel al mismo, termina por ser nuestro guía, en este viaje sin retorno hacia a la locura. Arthur Fleck (Phoenix) no es más que un atormentado personaje, un mal tratado paciente de salud mental, un adulto que ha arrastrado sórdidas historias de pobreza, discriminación y abuso, en medio de una Ciudad Gótica en donde no hay amabilidad ni gentileza para los desfavorecidos.
Fleck se nos muestra haciendo piruetas en el borde la locura, de donde no hay salvación alguna. Con ello en mente, Phillips construye la historia con algunos tramos sorpresivos, porque desde el principio la cinta te deja en claro que no puede terminar bien. Las revelaciones y los giros de tuerca, son de lo que se vale el director para mantener a las y los espectadores al filo del asiento, y así llegar al final que de principio es obvio, aunque de un modo que no esperabas.
En este tenor, es indiscutible el destacado trabajo de Phoenix, que carga con la estructura dramática de la historia sobre su espalda, consiguiendo la inaudita transformación de Fleck al Guasón frente a nuestras asombradas miradas que no pueden apartarse de la pantalla.
Phillips también se encarga de dejar en claro que a diferencia de los tradicionales personajes de cómic, el Guasón tiene motivos reales para ser un paria resentido y atormentado. Resulta muy relevante este retrato de la sociedad actual que mira con recelo al diferente, que condena la desigualdad, que culpa al enfermo de su salud mental y no al ambiente social en donde la empatía hacia quien sufre, no existe.
Guasón es un interesante estudio sociológico sobre la locura. Puede que la cinta tenga algunas partes mejor construidas que otras, discursos un tanto inconexos, pero nadie puede negarle la expansiva creatividad de ofrecer un producto diferente. Orgulloso de esta novedosa pieza cinematográfica, Phillips incluso se toma el tiempo de hacer un homenaje al cine mismo, con claras referencias a cintas como Taxi Driver (M. Scorsese, 1978), el Rey de la comedia (M. Scorsese, 1986) o Réquiem por un sueño (D. Aronofsky, 2001). Phoenix por su parte, toma algo de lo que ya nos había mostrado en el excelente trabajo realizado para la cinta Nunca estarás a salvo (Ramsey, 2019) que si bien no logra superar con este papel, es un referente obligado para entender que convertirse en el fenómeno actoral del momento, no se logra de la noche a la mañana.
Al final, tenemos una cinta que se podrá considerar de culto por haber dado un giro distinto al cine de superhéroes. También porque seguramente seguirán largas discusiones de si por fin se conjuró el mito de Heath Ledger como el mejor Guasón de la historia. Personalmente creo que no hay comparación, ambos trabajos tienen mérito desde su propia construcción, que responde a narrativas muy diferentes.
Este Guasón es finalmente el que mejor refleja nuestros defectos como sociedad. No es el villano del cómic. Es el villano que hemos construido, el que somos, el que nos merecemos. Y es por ello que la ahogada, enfermiza y siniestra carcajada lograda por Phoenix, no desparece de nuestra memoria una vez que hemos terminado de ver la película.