USA, 2021.
Dir: David Gordon Green
Reparto: Jamie Lee Curtis, Kyle Richards, Judy Greer, Anthony Michael Hall, Will Patton, Robert Longstreet.
El gran clásico de terror en la temporada de Halloween, está de vuelta. El máximo exponente del slasher, regresa para dar continuidad a una nueva trilogía que inició con una nueva entrega que simplemente se llamó Halloween (D. Gordon Green, 2018 USA).
Este reboot, exploraba por primera vez la experiencia de las víctimas que tuvieron la fortuna de sobrevivir a algún ataque del despiadado Michael Myers. El relato se centró en la vida Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) y de cómo nunca pudo recuperarse del todo la traumática experiencia, al grado de dedicar su vida a planear su venganza.
La segunda película de esta trilogía da continuidad al relato, porque -como sabemos- Myers es simplemente indestructible. La nueva entrega, también trae a otros personajes de la saga original y varias referencias a las películas que conocemos, por lo que si de “fan service” se trata, la cinta en este rubro, cumple con creces.
Pero no podríamos decir lo mismo del trabajo en su conjunto. Dado que Laurie Strode apenas sobrevivió en su último encuentro con Myers, la rivalidad más esperada por el público pasó a un segundo plano en esta entrega.
En su lugar, vemos como la locura y el miedo toman al pueblo, y descubrimos otros secretos de las atormentadas víctimas. Es casi como decir que nadie sobrevive realmente a un ataque de Michael Myers, aún y cuando conserve la vida.
Y esa es tal vez, la parte más innovadora de esta nueva manera de contar la historia. Quizás en algún momento las y los fans de esta retorcida historia nos preguntamos: ¿qué hubiera pasado si todo el pueblo se uniera y contratacara? Bueno, la respuesta está en esta película, con interesantes lecturas acerca de la sicosis colectiva y la sed de venganza, que a fin de cuentas, tampoco es justicia.
Por otra parte, también por primera vez, el guion ofrece una explicación de porqué Myers, simplemente no se muere. Esta maldad salida de la nada que se salva del fuego, de los tiros con escopeta, que huye de los hospitales siquiátricos y que parece inmortal. Y la verdad es que la respuesta no es otra que una metáfora acerca de nuestros terrores colectivos.
Y sí, al final resulta que el mal nunca muere, lo que deja abierta la puerta para la última entrega de esta nueva trilogía. Y si bien podríamos llamar a esta cinta un “capítulo de transición” ello no es obstáculo para volver a poner las expectativas muy altas para el encuentro final entre Strode y Myers. Ni qué decir que lo esperaremos con muchísimo interés, porque al igual que para las y los protagonistas de este oscuro y perturbador relato, esta historia también ya forma parte de nuestras vidas.