Norma Lorena Loeza
Halloween. USA (2018)
- Dir: David Gordon Green
- Reparto: Jamie Lee Curtis, Judy Greer, Andy Matchiak, Will Patton, Toby Huss, Haluk Bilniger y James Jude Courtney como Michael Myers.
A 30 años de una de las películas más aterradoras de todos los tiempos, la reina del llamado género Slasher (que nos disculpen Jason y Viernes 13), John Carpenter escribe y produce esta entrega que en realidad es la secuela que todos/as estábamos esperando.
En esta ocasión, no se trata de una secuela que narre la cadena de horror desatada por Myers, la encarnación del maldad en estado puro que se niega a morir o el origen de su desequilibrio, como intentó narrar Rob Zombie con bastante acierto (Halloween: el inicio, R. Zombie, 2007). Sin embargo, ninguna de estas cintas influye en esta nueva entrega y eso es justamente lo que genera expectativa y la vuelve interesante.
En esta ocasión la cinta decide retomar el origen de lo que la hace grande y memorable, contándonos que fue lo que pasó finalmente con los sobrevivientes de aquel aterrador episodio de finales de los 70. Y es así que encontramos a Laurie Strode 30 años después, enterándonos que nunca superó la trágica experiencia de su encuentro con Mayers, convirtiéndose en una mujer con la vida rota y que solo piensa en la venganza como redención. Por su parte, a Myers lo encontramos nuevamente en su versión más esencial: la máscara sin expresión que mata sin motivo, la mirada misma de la maldad, que nunca sabemos que está pensando: si lo disfruta, si lo entiende o si por algún motivo se detendría.
Una ruda Jamie Lee Curtis, parece no tener problemas en volver a meterse en la piel de Laurie Strode, en un ejercicio que a veces parece bastante liberador. Laurie Strode ya no es la dulce adolescente que sobrevive al monstruo, es ahora una mujer dura, que esta preparada para ajustar cuentas de una vez por todas.
Carpenter decide no matar la esencia de los personajes y darles un sentido de evolución coherente con la historia original, es decir que de algún modo logra construir esta secuela logrando una película que es fiel a sus propios clichés. Nada se extraña en esta nueva entrega, desde las notas de piano tan aterradoras, hasta las repentinas resurrecciones de Mayers, recordándonos que la maldad nunca muere.
Pero esta vuelta al pasado también tiene el interesante enfoque de mostrar los estragos de una experiencia tan catastrófica en la víctima, en su familia, en la manera en que no para todas se trata solamente olvidar y seguir adelante. Un discurso poderoso que es de mucha utilidad cuando el propio Hollywood está tratando de asimilar las múltiples denuncias de acoso. No tengo claro que ese sea el propósito, pero no cabe duda que es una excelente metáfora de cómo sobrevivir al encuentro con el monstruo.
En muchos momentos, da la impresión de que en realidad te reencuentras con antiguos amigos, y a que a pesar de haberlo intentado antes, el Halloween original, a caballo entre lo sobrenatural, el terror, el trhiller y el slasher, está más vivo que nunca. En ocasiones parece que Michael Myers nos pregunta si lo hemos extrañado. Y la verdad es que sí. Es un “susto” tenerle de vuelta.