Norma Lorena Loeza
Scary stories to tell in the dark. USA 2019.
- Dir: André Øvredal
- Reparto: Zoe Collette, Michael Garza, Austin Abrams, Gabriel Rush, Austin Zajur.
Llega a las carteleras el esperado trabajo de Guillermo del Toro como productor, de la adaptación cinematográfica de los relatos terroríficos basados en la colección de libros para niños/as de Alvin Schwartz.
El nombre de Guillermo del Toro podría por sí solo llevar gente en gran número a las salas, pero la verdad es que esta cinta cuenta con muchos elementos que la convierten en un potencial éxito taquillero. En primer lugar, está la referencia a los libros, que son recordados por muchas personas que los conocieron en su infancia y que hoy son adultas, por lo que sin duda esperaban esta adaptación a la pantalla grande desde hace mucho tiempo.
Y al parecer, la espera valió la pena. En una era donde el horror está cada vez más orientado a ser más perturbador psicológicamente que a producir sobresalto, la vuelta lo básico parece ser una gran apuesta. La cinta conjuga varios de esos elementos atemorizantes que recordamos todos/as: Casas embrujadas, leyendas urbanas, hospitales terroríficos e historias de espíritus atormentados, además de los espectaculares monstruos de nuestro Guillermo del Toro ¿qué podría salir mal?
Al parecer nada. Una típica teen movie, donde unos chicos y una chica, sufren el estigma de no ser populares en su pequeño pueblo. Una noche de Halloween, huyendo de los acosadores del lugar, se esconden en una conocida casa embrujada, de la que se cuentan historias terribles acerca de una maldición. Pronto descubren que las leyendas son ciertas y que están en el camino de sufrir la ira de un espíritu vengativo y aterrador.
La película tiene el enorme mérito de reconocer sus influencias y construir el relato que sabemos es efectivo para dar miedo. La reacción y los sobresaltos en la butaca son genuinos y válidos, porque si bien la cinta no revoluciona al género, es bastante efectiva en el uso de los recursos tradicionales.
André Øvredal le da el correcto pulso a la historia, demostrando que volver a lo básico- cuando está bien hecho- no es un retroceso. Actuaciones convincentes por parte de actores muy jóvenes y poco conocidos, es también una apuesta acertada, porque da la impresión que se trata de cualquiera de nosotros/as a esa edad. Y ello remite a los miedos comunes y compartidos, esas historias que se cuentan en las noches para no dormir.
Recomendable para las y los fans de este subgénero dentro del horror, de pueblos pequeños y malditos, y adolescentes atemorizados al mejor estilo de Stephen King, Steven Spielberg o la reciente Stranger Things. Historias oscuras y tenebrosas que siempre nos gusta volver a escuchar. Definitivamente, siempre es un buen plan para pasar una tarde de cine. Muy recomendable.