Kadokawa Shoten, una de las empresas más importantes de manga en Japón, inició una protesta junto con otras seis empresas más, exigiendo que la nueva Ley de Publicaciones delimite de manera más clara sus alcances, pues según dicen, lo nebuloso de los límites que marcan ponen en riesgo a toda la industria. La nueva ley prohibe que se vendan a niños publicaciones en donde existan referencias explicitas, en especial a los crímenes relacionados. Sin embargo, estos productores aseguran que, al no marcar los límites de manera clara, muchos títulos de sus líneas pueden salir perjudicados. No es la primera vez que las temáticas manga han provocado escándalo, pero ahora al parecer está llegando más fuerte. Y sin conocer realmente el contenido exacto de esta nueva ley, es difícil dar una opinión objetiva.