Por Lupita y José Alberto: Corresponsales de Artes9.com, en el Estado de Hidalgo.
El Presidente Municipal de Tepeapulco, Hgo., Alberto Franco Ramírez (al centro), testigo de honor, de la inauguración de la Jornada Inaugural Permanente de Donaciones, para incrementar el acervo del Museo del Maguey y el Pulque, que ya se puede visitar y admirar en céntrica calle de la colonial ciudad.
En dos emotivas ceremonias realizadas en la Cabecera Municipal de la bien llamada Cuna de la Arqueología en América, se inauguró la Jornada Permanente de Donaciones y el provisional recinto del Museo del Maguey y el Pulque, Artes9.com, atendiendo a la invitación de la Lic., Claudia Islas Méndez y de don Miguel Ortega Franco, se hizo presente con el mismo gusto de siempre a darle cobertura al evento, ya que, actos como el atestiguado, merecen el apoyo de todos y la presencia de quién pueda, pues el hecho que sea con el propósito de rescatar todo tipo de elementos, llámese acocote, castaña, cubo, barríl, raspador, eslabón, barreta, quebrador, machete, cuchillo, ayate, ixtles, cajete, jarra, jícara, chivo, tornillo, camión, catrina, cacariza, tripas, violas, camiones, odres o cueros, envases de pulque de vidrio y aluminio, molcajete y tejolote, yo creo que hasta algún metate, jarro, cuadro, libro, exvoto, poema, canción, verso, foto, historia, leyenda, alabados, juegos como una rayuela de madera o de tabique, o cualquier otro, u otros artículos relacionados con la cultura tlachiquera que ya se estaba extinguiendo, y que serán bien resguardados, conservados y exhibidos, merece el apoyo general, no sólo de los que llevamos el tlachique en los genes o lo hemos adoptado al saborear un rico neutle. Todos invitados a que aportemos algo.
Felicidades a los que entregaron los cargos de la primera directiva, quienes pusieron los cimientos y nos motivaron a muchos a retomar los callejones bordeados del metl, a los que llegan, todo nuestro apoyo y a seguir motivando a más gente para que engrosemos las filas de los trabajadores de la reconstrucción de la eterna Cultura Pulquera, que casi se nos ahoga entre mares de cebada, se nos extravía entre nudosas viñas y se nos pierde entre intrincados y ahumados cañaverales.