José Alfredo Jiménez Sandoval, sigue siendo El Rey Por Lupita y José Alberto, Corresponsales de Artes9, en el Edo. De Hidalgo.
Hoy, 22 de noviembre del 2013 nos recuerda Edgar Morales “El Castor”, en su programa Viajando por México de Radio Mil, que es el día de Santa Cecilia y del Mariachi y que mañana, se cumplen 40 años de la muerte de José Alfredo Jiménez, noticia que a pesar de ser constante en todos los medios en la última semana, nos impacta y nos llena de tristeza.
“¡Mañana, desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche: puro José Alfredo!”, aquí en Radio Mil, insiste “El Castor”, mientras el desaparecido compositor interpreta al aire su triunfadora creación “Alma de acero”:
Podrás tener mucha suerte podrás andar por el mundo destrozando corazones; podrás hacer lo que quieras, podrás tener mil amores, pero éste que estás dejando aunque tú quieras no lo repones. Tú sabes que soy parejo, ya te lo dije una vez, si yo no te causo penas, no quiero que me las des. Tú ya conoces mi vida, a veces me ando cayendo y el orgullo me levanta, nací con alma de acero y aunque de veras te quiero, te dejo que me abandones nomás no llores si alguien te canta…
Al momento de escuchar al Castor informando que mañana sábado 23 habrá un programa especial en su memoria para conservar su recuerdo, Lupita me pide emocionada que como dice la canción, me olvide de todo menos de ella, ya que nacimos Para Morir Iguales:
Olvídate de todo, menos de mí, y vete a donde quieras pero llévame en ti, que al fin de tu camino comprenderás tus males, sabiendo que nacimos para morir iguales. Olvídate de todo, menos de mí, porque ni tú ni nadie arrancarán de mi alma los besos que te di, los besos las caricias y tantas otras cosas que presenció la noche… me tararea inspirada.
Y empiezan los recuerdos, y la sobremesa se prolonga con el arrobo de las inspiradas letras como: Es mi Niña; La vida es un sueño; La noche no era de nosotros; Serenata sin luna; Palabra de hombre; Te estás volviendo mujer; Compañera; Cariño del cariño; Ahora soy rico; La Mano de Dios. Así con la presencia del “Fello” y sus cientos de canciones, entresacando frases como:
¿Por qué volviste a mí?, buscando compasión, sabiendo que en la vida le estoy poniendo letra a mi última canción.
Te voy a dedicar otra canción, a ver si me devuelves tu cariño, ya vengo de rezar una oración, a ver si se compone mi destino. Canta, canta, canta, Palomita blanca mientras m i alma llora, canta, canta, canta, Palomita blanca mientas Dios te adora…
Porque esta noche de julio con toda mi alma quiero canta, debajo de esa ventana que en otros tiempos me vio llorar…
Es imposible que yo te olvide, es imposible que yo me vaya, por donde quiera que voy te miro, si ando con otra por ti suspiro…
Pasaron las horas como han pasado los años, y ya inspirados, cantamos Qué Bonito Amor, inundando este rincón de Jagüey de Téllez con nuestros aullidos del medio día, espantando a los vecinos poco acostumbrados al escándalo del recuerdo bohemio tempranero:
¡Qué bonito amor, qué bonito cielo, qué bonita luna, qué bonito sol. ¡Qué bonito amor, yo lo quiero mucho porque siente todo lo que siento yo! Ven juntito a mí, quiero que tus manos me hagan mil caricias, quiero estar en ti Dame más amor, pero más y más; quiero que beses como tú me besas y después te vas…
Recordamos “Si nos Dejan, El Mala Estrella, Mi Tenampa, Llegando a ti, Vámonos, Yo, Ella, Eres mía, Has de pagar, Oí tu voz, Nuestra noche, Te necesito amor, Tu enamorado y docenas más…”
A cuarenta años de su desaparición física, el compositor y cantante guanajuatense sigue presente en el gusto de sus eternos admiradores –como nosotros-, que no olvidan las letras de sus canciones. Su figura y su imagen, sintetizan un periodo único e irrepetible de la canción ranchera, su melancolía e idealismo, hacen de la vida, de la historia de José Alfredo, un pasado perfecto e inolvidable, por lo que es inexplicable para muchos especialistas del comportamiento humano, que sus canciones y su presencia no envejezcan, no pasen de moda, por el contrario: trascienden en el tiempo y cada día tienen más adeptos entre la juventud que no lo conoció vivo, que sólo por fotos y por referencias musicales saben de él, pero cantan sus canciones y lo admiran.
Nosotros los de la última edad, como dice Lupita, sabemos que nació el 19 de enero de 1926 en “Ese pueblo de Dolores” (Dolores Hidalgo, Gto., Cuna de la Independencia) y murió en el Distrito Federal el 23 de noviembre de 1973. Que oficialmente compuso más de veinte canciones por año durante su vida creativa que abarcó 26 años de inspiración y de talento. Ahora sí, como dice su canción, fue Hijo del Pueblo, por lo que en su honor se realizará ahí en Dolores, el sábado 23 y el domingo 24, el “Cuarto Festival de los Epitafios de José Alfredo”, con la colocación de los “Sentimientos y Deseos” de varios poetas locales y foráneos, en un muro del panteón municipal a manera de exvotos. Al mismo tiempo y los mismos días, en Pénjamo, dentro del proyecto gastronómico “Guanajuato Sabe”, se presentará el “Primer Festival del Tequila y Mezcal”, en honor al inmortal compositor. En León también celebran: Realizarán el primer “Festival del Músico” en la Plaza del Mariachi en el marco del 40 aniversario luctuoso del cantautor guanajuatense José Alfredo Jiménez y hoy, desde las 12:00 del día y hasta las 12:00 de la noche, se realizará el Primer Festival del Músico en la ya mencionada Plaza del Mariachi.
Una vida creativa y triunfadora como la de este hombre, no estuvo exenta de dudas y debilidades, porque todos los artistas son sensibles; normalmente ausentes de las cosas terrenales, soñadores para que mejor me entiendan. Por lo que en forma pública, principalmente en la TV., José Alfredo en muchas ocasiones se preguntaba sin encontrar respuesta, qué cuál sería su suerte sin su Paloma Querida, si no fuera El Rey, y que a pesar de pasar mucho tiempo en El Rincón de una Cantina, su Vida no Valía Nada sin sus Palomas y su Fello, a pesar de sus otros hijos y sus otras mujeres.
¡Qué envidia sentimos muchos de no ser, de no atrevernos a ser, de no poder ser: poetas musicales inspirados, conquistadores y bohemios, como el inmortal José Alfredo Jiménez!