El siguiente texto fue considerado originalmente para ser publicado en la desaparecida Súper Cómics, iniciativa del Sr. Ernesto Ocampo, en dicha revista durante 2003 se presentaron entrevistas con algunos de los dibujantes más importantes de las época de oro y plata de la historieta mexicana, lamentablemente al salir de circulación, dicha entrevista quedó en el tintero, hasta que años después se publicó en las páginas de Comikaze. Hoy con motivo del reciente fallecimiento del maestro Juan Alba, el creador gráfico de las aventuras de Gervasio Robles, alías el Pantera, personaje nacido de la imaginación de Daniel López, queremos presentar ahora este texto para honrar su memoria.
José Miguel Alva y Maira Benítez
Juan Alba López, nació en Guanajuato en 1932. Desde niño manifesto su inquietud por el dibujo. A los 6 años falleció su padre, por lo cual Alba estudio únicamente la primaria y al concluirla se vio en la necesidad de trabajar para ayudar en los gastos del hogar. Fue hasta 1957 cuando tuvo la oportunidad de iniciarse como ayudante de dibujante de historietas con Oscar González Guerrero y posteriormente con Guillermo Marín. Como dibujante profesional, colaboró para Publicaciones Herrerías durante cuatro años, con la exitosa Novela Policíaca, posteriormente trazó Torbellino, para Editora Senda, también realizo la serie Cuentitos para EDAR y colaboró en varias publicaciones de corte Policiaco. Cabe destacar el diseño del personaje El Pantera, mismo que en el 2007 fue llevado a la pantalla chica.
En entrevista Alba comenta sus experiencias como dibujante de historieta:
¿Cómo se dio la necesidad de expresarse a través del dibujo?
Vengo de una familia de mineros y desde niño me llamó la atención la historieta. Quedé huérfano de padre a los seis años; entonces me fui con mi abuelo a León, donde practiqué la albañilería, hasta que un pariente me trajo a la ciudad de México. Mientras tanto, yo practicaba el dibujo en pleno rayo del sol…a lo mejor por eso me quedé ciego desde joven.
¿Cuál fue la primera editorial con la que colaboró?
Acababa de llegar de Guanajuato, estaba desorientado, hasta que un día, leí en el periódico que Óscar González Guerrero necesitaba un ayudante. La verdad, no duré mucho con él, pues ellos necesitaban más copistas que dibujantes creadores, como que no veía progreso ahí, como quiera, fue una experiencia. Lo cierto es que fui a dar allá con Guillermo Marín, uno de los grandes de la época de Flores y de Casillas. No era tan bueno como ellos, pero aprendí mucho de este señor. Trabajando con él me hice muy amigo de Sixto Valencia.
Entonces usted tenía muchas inquietudes…
En esa época fui a Novaro, pues se hacían unas páginas de relleno en las que se nos daba chance de hacer varias cosillas. Ahí empezamos poco a poco a relacionarnos. En ese lugar conocí a un señor Ayala, que nos enseñó a dibujar.
Lo que queríamos es que marcaran nuestros errores, algo que en las editoriales nunca nos han señalado. Me hubiera gustado que Alfredo Cardona Peña (escritor de Fantomas) me hiciera ver esos errores, pero en lugar de eso nos ninguneaba y menospreciaba nuestro trabajo. La verdad ahí no nos dábamos cuenta de que nos faltaba mucho para progresar, así que no nos quedó otra cosa más que aguantar lo que nos decían.
Después de año y medio en Novaro, me dieron el título Malumbo, que trataba sobre la esclavitud en Cuba, pero nunca vio la luz. Luego me dieron otras historias que hablaban de Haiti, que no llegaron a más. Luego, para acabar, despidieron a Cardona Peña. Yo quería mejorar mi trabajo, quería tener un mejor nivel de dibujo.
De ahí, Sixto Valencia, que era más inquieto y no tenía tantos complejos como yo, que era provinciano, se lanzó a otras editoriales y me fui con él.
¿Y por fin llegó a Vid?
Anduve un tiempo como independiente, y como al año por fin llegué a Vid. Yo lo que quería era que me dieran oportunidad para superarme, pero en realidad a la empresa eso no le interesaba.
Cuando llegué a Vid, mi primera oportunidad fue en las minis, mini policíaca fue el primer titulo que me ofrecieron, bueno en sí yo fui quien les dio la idea para lanzar ese tipo de historieta, aunque luego, ya sabes, aparecieron los celos alrededor de la paternidad de la historieta. También en Vid hice a Conchita la Detective, que casi no duró.
¿Cómo llego El Pantera a las viñetas?
El Pantera, fue idea de Daniel Muñoz. Para entonces, mi dibujo ya era un poquito aceptable, por lo que me recomendaron con Muñoz, quien me invitó a comer, y me platicó su idea de que El Pantera fuese un personaje muy mexicano. Entonces, que se me ocurriò que fuera como una cabeza Olmeca, y entonces decidí que así debía ser el personaje.
Yo deje el Pantera algunos años después, pues no me convenía económicamente, aunque la verdad es que estaba subiendo como la espuma, pero a mí no me aumentaban el sueldo, además de que cada día era más desgastante, incluso me estuvo ayudando Durán, pero a pesar de ello también él se me atrasaba con los cartones, y ya no era tan grato hacerlo, entonces se lo dieron a Calles y luego a Maldonado, pero ahí con este Calles fue cuando ya no me gusto, porque se deformo la escéncia del personaje, el Calles estaba mal dibujado, carente de acción y de movimiento. Ya cuando se lo dieron a Maldonado lo levanto más o menos, pero ya no fue lo mismo.
¿Y que hizo después de todo esto?
Hice una historieta policíaca, trabajé con Gertz Manero como editor, ya que me empezaron a encasillar en el género policiaco. De ahí me fui con los hermanos Flores a EJEA, donde colaboré con Denuncia, aunque no recuerdo lo último que publiqué, ya que a los Flores no les gustaba mi forma de entintar, por lo que me pusieron como trazador por muchos años.
No me gustó su sistema, que me pongan de director artístico de alguien que no sabe de dibujo. La verdad estaba ya muy cansado, por lo que ese fue mi último contacto con la historieta. Y de ahí decidí regresarme a la provincia, donde hasta la fecha aquí me tiene usted.
Por otro lado, ¿En qué artistas se inspiraba?
Todos los que eran bien hechos, como Hal Foster o Alex Raymond. Siempre he sido de la pintura y el grabado y por eso me gustaba Flash Gordon, Tarzan, así como el trabajo de gente de cómo Jiménez y Casillas, ya que era un artista espontáneo, incluso muy superior a Flores.
¿Cuál sería entonces su principal experiencia en el mundo de los cómics?
Fueron buenos años, en los que trabajamos y dibujamos mucho. Pero lo malo es que siempre es lo mismo, uno nunca pasa de perico perro, que si la historieta no es negocio, que si andan mal las revistas…
La gente me identificó, me conoció, pero sí tengo algo de decepción, pues en la historieta industrial no le dan mucha oportunidad al dibujante de crecer y desarrollarse. Aquí a la mayoría de los editores lo único que les interesa es la cantidad y no la calidad.
Porque resulta que un dibujante mediocre o malo gana más que tú, por la cantidad de trabajo que realiza, así que no´más imagine usted, A veces se debe luchar contra todo eso; para ello se requiere que tener mucha rapidez y un poco de calidad. En todas partes he terminado bien, fui muy cumplido, nunca se dio la ocasión para que me corretearan.