Por Norma Lorena Loeza
The Shape of water. USA (2017)
- Guillermo del Toro
- Reparto: Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg
Siempre es interesante acercarse a mirar con detenimiento una película de Guillermo de Toro. A lo largo de su exitosa trayectoria, encontramos muchos ejemplos del papel que juega lo extraño, lo ajeno, lo seductoramente aterrador y como terminamos identificándonos con ese lado oscuro que a todas las personas nos conecta de algún modo. Esta cinta también muestra la madurez de muchos de estos conceptos con un “plus” adicional: reflexionar sobre la génesis de estas historias en nuestra actual cultura popular.
Al inicio de la década de los 60 y en pleno conflicto de la Guerra Fría, el mundo se encuentra con un pie en la posguerra y con otro en el futuro: la libertad, los viajes a la luna y la carrera espacial, el temor a la guerra nuclear, la pugna entre la televisión y cine. La cinta se sitúa a en ese momento histórico, aunque en un lugar poco usual: un laboratorio militar secreto y entre personas poco usuales: un anfibio, una trabajadora de limpieza que es muda y una serie de personajes que por muchos motivos son excluidos de esta sociedad que aspira a ser moderna cultivando vicios, temores y prejuicios de épocas pasadas.
Personalmente pienso que la película funciona porque no narra un cuento romántico aludiendo a una construcción histórica sino fantástica, haciendo presentes nuestros mitos culturales modernos y recurriendo al propio cine para contarnos de dónde proceden nuestras referencias culturales contemporáneas. Y también subrayando que nuestros mayores temores no vienen de afuera sino de nosotros mismos. Los monstruos están entre nosotros.
Del Toro nos recuerda el fuerte impacto del Hollywood de su época dorada, la televisión en blanco y negro, los monstruos de la Universal. ¿Qué hubiera pasado si el Monstruo de la Laguna Negra ( Creature From de Black Lagoon, J.Arnold, 1954) se hubiera enamorado de Dorothy, o Alicia en el País de las Maravillas?. Del Toro nos cuenta más que una anécdota rosa, nos muestra como la diversidad no siempre ha sido bien aceptada y que las personas diferentes han vivido marginadas por no considerar la diversidad como algo natural. Asunto como el color de la piel, la discapacidad o la preferencia, nos colocan en el mismo lugar que los aterradores monstruos de la cultura popular.
Sin embargo, Del Toro elige dar una salida esperanzadora a este mundo injusto e intolerante: una fuerza más potente que el miedo logra lo impensable. El amor como redención, termina siendo la única explicación que conecta premisas tan fantástics, haciendo de esta fábula mágica una verdadera delicia.
Si a eso agregamos una historia buen contada, una increíble caracterización de época, actuaciones memorables y una música asombrosa, tenemos una película redonda, madura y lista para barrer en la temporada de premios.
Al final, no es más que el cine homenajeándose a sí mismo, pero no en el rosa edulcorado de la comedia romántica, ni el heroísmo del cómic de superhéroes. Es el amor en tonos azul verdosos, en la lluvia pertinaz, en el ambiente oscuro, que sin embargo permite que resalten tus hermosos tacones rojos. Esos que te pones cuando estás enamorada.
De verdad, no se la pierdan.